EN EL MARCO DE LA MOVILIZACIÓN GLOBAL EN DEFENSA DE LA MADRE TIERRA

Protesta de la Madre Tierra

2009-10-12 00:00:00

 
¡Habla el viento de la Madre Tierra! 
¡Mi corazón late como un gran tamborón, como los tambores que tocan los pueblos originarios!
¡Otros interrumpen mis latidos por mi sangre que extraen los malos hijos, ambiciosos del poder económico!
¡Mi vientre ya no trabaja bien, se trastorna por tanta contaminación que me hacen tragar!
¡Mi cabeza casi estalla del dolor que causan en mi cuerpo y mis huesos donde extraen el oro y todos los minerales!
¡Me cuesta pensar y creer que tengo malos hijos.  A pesar de todo, trato de caminar, trabajar de día y de noche, todo el tiempo, casi sin descansar!
¡Reconozco que tengo hijas e hijos buenos que me alimentan, que me acarician y me regalan aromas!
¡Por eso tengo la confianza de curarme, restablecerme, recuperarme y de reconstituirme!
 
Lo anterior es la razón de nuestras luchas históricas y actuales, por eso nuestro rechazo total y enérgico a las políticas neoliberales de concesiones y explotaciones de nuestros bienes naturales.  Concesiones inconsultas a la soberanía permanente de los pueblos indígenas sobre nuestros territorios.  ¿Cómo se atribuye un Estado monocultural, monoétnico, heredero de un sistema colonial y neocolonial, como si actuara tres siglos atrás, con sus instituciones que dependen de su oligarquía monárquica retrógrada, el derecho sobre nuestros territorios?.
Estado complaciente a los intereses de los herederos coloniales y neoliberales y de los intereses de las empresas transnacionales que mantienen oprimida a la Madre Tierra y la explotan inmisericordemente, con su cadena de despojos y destrucción deshumanizante y desnaturalizada.
Su ambición desnaturalizada subestima, desvalora, deslegitima, irrespeta a nuestros pueblos, criminalizando las luchas legítimas e históricas que buscan la recuperación del derecho de la madre tierra y territorio – EL SIWAN TINAMIT- como ámbito de plena convivencia de los pueblos originarios, prácticas negadas por la miopía colonizante que se posesiona de los llamados recursos naturales, elementos vitales de la Madre Tierra.  Dos visiones contrarias, una de vida y otra de muerte.
El complejo de criminalización refleja una herencia dictatorial de dominación que conlleva la instrumentalización de los seres humanos y de la naturaleza, generando crisis a través del despojos de nuestros territorios, crisis que se refleja en hambruna, en represión, en control, en remilitarización, en persecución, en asesinatos.
Pero el sistema a través de los gobiernos, en lugar de escuchar las voces ancestrales, lo que ha buscado es silenciar nuestra voz de protesta y dividir a nuestras comunidades. Pretenden silenciar nuestra demanda de justicia con programas asistencialistas que benefician a unos cuantos o bien con regalos y proyectos busca ganar a los líderes de nuestras comunidades y tratan de comprar nuestra dignidad y mercantilizar la cosmovisión, que es la esencia de la vida de nuestros pueblos.
Ante todos estos hechos y políticas, nuestros abuelos y abuelas, nosotros y nosotras hemos mantenido una resistencia por la defensa de nuestra Madre Tierra, Territorios  y Bienes Naturales.  Por eso nuestros pueblos y comunidades han alzado su voz para resistir porque tenemos la claridad que está en juego los fundamentos de nuestra vida y la de las futuras generaciones. Las empresas nacionales y extranjeras se roban el agua y la contaminan, hieren y empobrecen la madre tierra anulando las posibilidades de la vida futura, acaban con plantas y animales dejándonos un desierto de monocultivos para la producción de agrocombustibles que se utilizan en los países desarrollados. Por eso, en las cuatro esquinas de nuestro país, comunidades y pueblos se están levantando para decir: ¡No más daño a nuestra Madre Tierra!. ¡No más destrucción al planeta!. ¡No más desalojos de nuestros territorios!. ¡No más muerte a los hijos e hijas de la Madre Tierra!. ¡No más criminalización a nuestras luchas!.
Junto a esta resistencia hemos hecho propuestas a los distintos gobiernos, pero solo hemos encontrado oídos sordos. Ante esa sordera de los poderosos nos hemos cansado de hacer propuestas que se estrellan en el muro de la indiferencia y la impunidad.
Por eso estamos haciendo un llamado a Pueblos y comunidades, a organizaciones y agrupaciones, niños y niñas, hombres y mujeres, abuelos y abuelas a que defendamos la dignidad y la soberanía de nuestros Pueblos y Territorios. Comencemos a conocer y  profundicemos todas aquellas prácticas que nos permiten salvaguardar, defender y proteger la Vida que no es exclusiva de los pueblos originarios, sino de todos los que convivimos en este país.
Unamos nuestras fuerzas y energías para rechazar tajantemente a las empresas nacionales y transnacionales que se roban nuestras riquezas naturales, nuestros cosmocimientos y saberes. Nuestras voces se deben alzar para la recuperación de nuestro territorio, libre de minerías,  petróleo, libre de vicios, libre de impunidad y de todo tipo de empresa piratas y para  impulsar el reconocimiento legítimo y pleno  de los derechos a la Vida de la Madre Tierra, como sujeta de derechos, basados en los principios y valores filosóficos de las diferentes cosmovisiones ancestrales y teniendo como proyecto multinacional el Buen Vivir.
Un día como hoy, en el año de 1492, se inició nuestra resistencia contra la invasión extranjera. Desde esa fecha, no ha existido una generación en todo el territorio del Mayab’ que no se haya rebelado y resistido. Inspirados en ese gran ejemplo reafirmamos la necesidad de refundar el Estado Multinacional que se fundamenta en la existencia del Estado Maya y otros estados que reflejan la realidad diversa y se asientan en una plena y democrática participación, el respeto a la dignidad histórica y la justicia para todas y para todos.
Ante esta realidad, los pueblos indígenas exigimos y demandamos:
1.     La reforma agraria integral con pleno respeto a los territorios de los pueblos indígenas,  la soberanía alimentaria, la economía indígena y campesina para el equilibrio de la nación.
2.     Cancelación inmediata de licencias otorgadas a empresas nacionales y extranjeras para la exploración y explotación de los bienes naturales.
3.     Retiro inmediato de nuestros territorios de las siguientes empresas:
Empresa Cementos Progreso S.A. 
Proyecto Marlyn
Empresa Maya Niquel S. A.
Compañía Guatemalteca de Niquel, CGN. 
Empresa Italiana Enel.
Minas de Guatemala, S. A.
Empesa Solel Boneh
Proyecto minero Cerro Blanco, empresa Gold Corp. Entre Mares.
Hidroeléctrica Tres Niñas, Jocotán.
Guatemala Cooper S. A.
Compañía minera El Cóndor, S. A.
4.  Al Estado y gobierno de Guatemala, el cese inmediato de la represión contra las comunidades y líderes que se oponen al saqueo de bienes naturales en  nuestros territorios.
5.     A la CICIG solicitamos la investigación de los grupos de guardias privados y a grupos armados ligados al narcotráfico, responsables de asesinatos, desalojos violentos y persecución.
6.   Esclarecimiento y castigo a los responsables de los asesinatos de líderes y lideresas cometidos en el último semestre del 2009, como Adolfo Ich Chamán del Estor, Izabal, asesinado el 27 de septiembre; Walter Fernando Méndez Velásquez de Colotenango, asesinado el 7 de septiembre; Huehuetenango; Julio Aguilar Iriarte de la comunidad El Manaco de Morales, Izabal; Isabel Vásquez y Obilio Gabriel Jiménez de Colotenango, asesinados el 17 de agosto; Lorenzo Aq’ab’al Hernández de Aldea Xix de Chajul, Quiché, asesinado el día 15 de septiembre; entre otros.
7.  La liberación de los compañeros presos políticos de las comunidades de San Juan Sacatepéquez:  Abelardo Curup, Faustino Camey Equité, Porfidio Cotzojay Díaz,  Efraín Cotzojay Díaz y de Livingston, Izabal:  Ramiro Choc.
8.  A los Estados de los países “desarrollados” y empresas transnacionales, reparar y resarcir los daños causados a la Madre Tierra y Territorios vía organizaciones y autoridades ancestrales comunitarias.
Llamamos y animamos al movimiento de pueblos originarios y movimientos sociales porque el espíritu de la Madre Tierra y otros grandes espíritus de otros territorios del planeta nos acompañan para la fuerza que se necesita en su reconstitución.
 
Palabras de la Madre Tierra
 
Waxaqib’ I’x, 10 Iq’
12 de octubre 2009

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