Encuentro de Mujeres de las Américas: Hacia Porto Alegre 2003, Cuenca-Ecuador, 24-26 octubre 2002

Con Igualdad Otro Mundo es Posible

2003-02-19 00:00:00

Palabras en el Acto Inaugural a nombre de REMTE y redes convocantes

La idea de Otro Mundo Posible tiene mucho de feminista. El pensamiento y la acción de las mujeres son básicamente radicales, pues no han dejado de plantearse cambiar un orden mundial que cuenta al sexismo entre sus componentes, transformar cada espacio, cada relación, cada practica económica, social, cultural, cambiar el todo y sus partes.

Por eso, y porque el tiempo neoliberal nos ha marcado especialmente con su lastre de empobrecimiento, violencia, autoritarismo, impidiendo la concreción de derechos ganados a pulso, las redes y organizaciones de mujeres nos hemos identificado con la propuesta del Foro Social Mundial, como espacio en el que confluyen las resistencias a la globalización neoliberal y la construcción de alternativas, que propicia el debate abierto y pluralista de ideas, para escapar a la condena del pensamiento único.

El FSM nació como un evento pero de inmediato se convirtió en un proceso, pues respondía a una latente necesidad de articulación de movimientos e iniciativas que siendo diversos tienen en común su postura critica, de resistencia, de búsqueda de ese otro mundo, ahora más urgente que nunca. Sea desde sus orígenes mismos, o ya en una incorporación posterior, la participación de distintos sectores movimiento de mujeres en el Foro ocurre con una experiencia acumulada de acciones globales, desarrollada especialmente en el marco de las conferencias de Naciones Unidas, pero con un nuevo sentido en este escenario, que no es uno de disputa, sino de construcción colectiva.

En los Foros de POA 2001 y 2002 nuestra presencia se aproximó numéricamente a la mitad. Se trató de una concurrencia espontánea, basada en el interés y en la sintonía con los postulados centrales del Foro, autogestionada -lo que en muchos casos ha supuesto grandes esfuerzos personales y colectivos para el desplazamiento-, y que mostró además la diversidad, los variados rostros del feminismo y del movimiento de mujeres. Pero aún está distante una similar presencia de nuestros temas, de nuestras prioridades en su agenda, como lo está, a su vez, la integración cabal de los temas de la agenda global en nuestro pensamiento, en nuestro discurso, en nuestro quehacer.

Hay en el Foro una expresa voluntad política de hacer realidad la democracia, el pluralismo, la inclusión. Pero es también un pedazo de la realidad que no escapa a sus cargas culturales, no exentas de sexismo. Sin embargo, esa suerte de piso de discurso compartido sobre la igualdad nos da seguridades; entre ellas, ha garantizado participación y roles protagónicos de las mujeres en instancias como en el Consejo Internacional del cual formamos parte las redes internacionales convocantes de este evento.

El Foro nos presenta desafíos, entre ellos el de volver a los espacios mixtos, de actuar en ellos, al menos en el caso de un sector del movimiento. Esto supone no sólo la interacción con los hombres, sino con mujeres que han abrazado otras causas -basta ver la predominancia femenina en el movimiento ecologista-, o con las que abren trocha para nuestra causa en los movimientos indígena, campesino, popular.

Desde la perspectiva de proceso y de construcción colectiva, este Encuentro busca ofrecer un espacio de debate e intercambio, para que quienes somos ya parte del Foro profundicemos en su agenda, para que muchas otras lo conozcan y se comprometan con su crecimiento; para que nuestra presencia y contribuciones en la próxima cita mundial de Porto Alegre 2003 sean más significativas. Este Encuentro no es un espacio paralelo, sino convergente con los esfuerzos para expandir, para mundializar el Foro, que ahora mismo están impulsando otras y otros en varios puntos del planeta, y que le dan un sentido y una proyección singulares a estos dos días de trabajo compartido.

Bienvenidas!