Desde diversos rincones del mundo mujeres construyen la economía solidaria

2003-08-05 00:00:00

Precisamente de eso se trata en los casos de Québec y Benjuí de Pará, presentados y
comentados en el Seminario "Alternativas feministas para otra economía" organizado por la
Red Latinoamericana de Mujeres Transformando la Economía -REMTE- en conjunto con la
Marcha Mundial de Mujeres -MMM.

Los casos presentados tienen en común ser experiencias colectivas que no solamente han
logrado excedentes económicos, sino que han desarrollado relaciones económicas que van más
allá del mercado como la solidaridad, la valorización del trabajo de las mujeres, el
mejoramiento de su autoestima, el aprovechamiento de los recursos locales respetando el
medio ambiente.

Graça Costa, del grupo de mujeres Benjuí de Pará, señaló que 70 mujeres rurales han iniciado y
mantenido este proyecto de producción y comercialización de almohadas.

Estas mujeres, que no tenían ningún tipo de ingresos, ahora lo tienen y es su aporte al ingreso
familiar lo cual les ha permitido reposicionarse al interior de su familia. El camino recorrido no
fue fácil. Tradicionalmente han tenido resistencias fuertes en todos los ámbitos en los que se
desenvuelven: familia, barrio, mercados, entre otros, pero ahora son reconocidas y respetadas
por los logros obtenidos.

Hasta entonces, ellas no estaban habituadas a espacios de comercialización ni se habían visto
a sí mismas como emprendedoras. Pero esta experiencia les ha permitido ampliar sus
perspectivas y ampliar sus relaciones en mercados competitivos como los grandes centros
comerciales.

Una vez logrado esto, las mujeres están emprendiendo nuevos proyectos para mejorar su
condición de vida. Ahora se habla de realizar campañas de combate a la violencia, de la salud,
de la educación. Ahora son mujeres visibles, son madres con un proyecto de vida. Son ellas las
que están abriendo caminos para la economía solidaria en un pequeño lugar de Brasil.

Otra experiencia es la desarrollada en uno de los barrios más pobres de Québec, en Saint
Marie, donde el 56% de las familias son de madres solteras, viviendo bajo el límite de la
pobreza. El sueldo familiar es 4 veces más bajo que el promedio de toda la ciudad y 7% de
ellas son madres prematuras es decir menores de 20 años. Este lugar además se caracteriza
por tener altos niveles de pobreza, drogadicción y criminalidad.

Aquí, en cambio, para iniciar el proyecto fue necesario integrar otros servicios especialmente
guarderías para que las madres puedan reunirse, discutir sus proyectos de vida, sus derechos
de ciudadanía y las dimensiones de la violencia contra la mujer, con el fin de identificar
alternativas a esta situación.

Para iniciar el proyecto se combinaron 3 aspectos: las ideas con sus respectivos sueños, el
presupuesto y las formas para ejecutar el proyecto. Así se le da inicio en 1.999 brindando los
servicios indispensables y teniendo forzosamente que superar diversas barreras tanto a nivel
familiar, de la comunidad e inclusive del Estado. Increíble pero cierto.

Ellas inclusive han tenido que hacer uso de su capacidad de negociación con las autoridades
locales para gestionar recursos que les permitan tener un espacio para sus ventas y mejorar
sus condiciones de vida.

Las comentaristas, Patty Amat, Cecile Sabourn, Angela Miles y Cristina Carrasco coincidieron
en que estas experiencias provenientes del área rural y del área urbana constituyen ejemplos
de las fortalezas de las mujeres en la generación de riqueza en cuyo proceso incorporan
valores que van mas allá de la búsqueda del beneficio económico, que van en la dirección de
aquello de que Otro Mundo es posible, algo que procesos como el ALCA sencillamente no
valoran porque estan dictados por intereses mezquinos y egoístas a los que no conviene
derrotar la pobreza con la participación de todos sino ampliar la riqueza distribuida en pocas
manos.

Y en esto las Mujeres comprometidas con otro mundo diferente no daremos ni un solo paso
atrás.