Ecos del Foro Social Mundial de Nairobi

2007-03-28 00:00:00

Por su amplia convocatoria y su carácter plural, el Foro Social Mundial sigue siendo el más significativo espacio de desarrollo de pensamiento, ideas y construcción de alternativas frente al neoliberalismo. Las mil doscientas actividades que conformaron la agenda de su VII edición, realizada en Nairobi (Kenia) del 20 al 25 de enero pasado, dan cuenta de la vitalidad fraguada por su innovadora propuesta, que tiene como columna vertebral presencias de proceso: movimientos, redes, campañas, intelectuales, que han marcado la sustancia de sus contenidos y dinámicas, y que en esta ocasión plasmaron la oportunidad de mirar al mundo desde África, un continente rico en iniciativas sociales y políticas, a la vez que acorralado al extremo por las incongruencias del modelo.

Sin duda, el aporte político de este último Foro es justamente haber abierto la oportunidad de pensar en las luchas mundiales desde un continente en ebullición, que cuenta con un bagaje significativo de conquistas recientes: las independencias coloniales registradas en el último medio siglo, la abolición del apartheid en Sudáfrica signada en 1990, los intentos de construcción de socialismos en Angola y Mozambique, entre otros. Y que cuenta también con interesantes precedentes generados por movimientos nuevos, como por ejemplo la victoria histórica de una iniciativa en defensa de la libre importación y el acceso a medicamentos genéricos para el VIH-SIDA.

El Foro de Nairobi permitió también que se ampliara el espectro de redes y organizaciones que establecen y fortalecen nexos entre ellas, que se definieran nuevos puntos de agenda común, e incluso que se editaran innovadoras iniciativas solidarias, como lo expresa el lanzamiento de la Campaña Global por la Reforma Agraria en África, realizado por la Vía Campesina y otros. Motivó además a pensar en las interrelaciones entre continentes.

No obstante, como parte de un proceso en evolución, este último Foro fue también el escenario en el que se transparentaron algunas tendencias críticas pre-existentes y se añadieron otras nuevas. Así, se han señalado aspectos como la comercialización del Foro y la tercerización de los servicios, la innegable ‘onegeización’, su alejamiento de la participación popular, la entrometida seguridad policial, la sobredimensionada presencia de las iglesias cristianas, y otros asuntos análogos, descritos ampliamente por los medios que cubrieron el evento.

Desde sus inicios, el Foro se levantó como un espacio de convergencia para luchar contra el neoliberalismo, lo más amplio que se pueda imaginar. Su pluralismo, diversidad y transversalidad de género son elementos constitutivos; su carácter de ágora para el intercambio de ideas y propuestas, constituyen su sustancia; su esencia participativa es el motor de su propuesta de construcción de alternativas. Pero para que esto mantenga su sentido, no puede limitarse a la realización de eventos desconectados entre sí, y cada vez rediseñados como un experimento nuevo. Es tiempo, entonces, de abonar en la idea de proceso, haciendo que el acumulado obtenido hasta ahora sirva de plataforma amplia para las nuevas iniciativas, y siga aportando a la construcción de un actor social y político plural, que encamine cambios de fondo y alternativas al modelo.

Algunas de las temáticas que destacaron en el Foro

Si bien por la amplitud de la agenda es impracticable lanzar una mirada al conjunto de problemáticas abordadas, señalaremos algunas que resaltaron por su carácter novedoso o de amplitud.

La principal innovación temática del Foro de Nairobi, radica sin duda en el abordaje amplio de la problemática del VIH-SIDA y la visibilidad de distintas cuestiones socio-económicas relativas a la extensa progresión de esta afección, que padecen unos 39.5 millones de personas en el mundo, de las cuales las dos terceras partes están en África Subsahariana. Por eso mismo, las más importantes iniciativas, propuestas y movilizaciones relacionadas con la pandemia provienen de este continente, que ha contribuido copiosamente al establecimiento de interrelaciones entre la expansión de esta enfermedad y la pobreza, como también al análisis del impacto de las políticas neoliberales en dicho fenómeno.

En ese sentido, la puesta en evidencia de la magnitud del problema, de sus engranajes macro-económicos y humanos, invalidaron por sí solas las conservadoras campañas por la abstinencia sexual, que se hicieron visibles por primera vez en el Foro.

En otro rango de problemáticas, la Deuda externa fue una de importante destaque y convocatoria, con el aporte novedoso de asociarla a la demanda de reparaciones por daños causados a los países, pues como señaló Camille Chalmers, de Jubileo Sur,"lo básico es reconocer que la deuda actual es el resultado de todo un proceso histórico de saqueo, de destrucción ecológica, física y social, y que hay una enorme deuda del Norte hacia el Sur". Por eso, se articularán campañas próximas en torno a tres palabras clave: repudio, restitución y reparaciones.

Más de 40 organizaciones y redes continentales de África, América Latina y Asia, y mundiales, participaron en una asamblea para concertar posiciones y fortalecer la coordinación entre movimientos, en ella renovaron su rechazo a las nuevas fórmulas de solución propuestas por las Instituciones Financieras Internacionales, que siguen propugnando las mismas políticas de ajuste; acordaron alentar a los gobiernos del Sur a entrar en un proceso de repudio y de apoyarlos en esa gestión.

La prioridad acordada por la Vía Campesina y otras organizaciones a las cuestiones de la Reforma Agraria y la Soberanía Alimentaria, tuvo significativa repercusión en el Foro. El lanzamiento de la Campaña Global por la Reforma Agraria en África, realizada en este marco, constituye un aporte significativo del movimiento campesino a la resolución de uno de los mayores problemas de ese continente y de la humanidad, como es el hambre. Pues mientras progresa la concentración de la propiedad de la tierra y recursos naturales -tales como el agua-, el avance de la pobreza en las zonas rurales registra índices sin precedentes: el 75% de pobres del mundo se concentran allí.

Las políticas relativas a la tierra y el desarrollo rural, como aquellas del Banco Mundial que preconizan la liberalización de la tierra, la expansión de la agricultura comercial, el avance de los cultivos transgénicos, y otros, fueron señaladas como las más poderosas amenazas para la vida campesina y sus principios de sustentabilidad.

Igualmente, la Soberanía Alimentaria, propuesta relacionada con el derecho de los pueblos a decidir sobre sus políticas agrícolas y alimenticias, tuvo gran relevancia no sólo por exponerse en el continente con los mayores índices de hambre y desnutrición, sino por ser uno de tradición agrícola y de autosustento, menoscabada ahora por la imposición de políticas y prácticas mercantiles, y amenazada aún más por el avance de tratados de libre comercio como son los Acuerdos de Asociación Económica –EPAs Economic Partnership Agreements-.

De ahí que justamente la problemática del Libre Comercio, que fue objeto de una importante agenda de debates, fue un área en la cual se avanzaron distintos acuerdos, particularmente en el sentido de establecer vínculos más sólidos entre África y los otros continentes. En este plano, se destacó la consolidación del movimiento internacional contra los EPAs (acuerdos de asociación y cooperación económica, que la Unión Europea está negociando con países de África, Caribe y Pacífico), entre cuyas acciones inmediatas figura una movilización internacional, fijada para el próximo 19 de abril, cuyo epicentro serán Europa y África, pero también los países del Caribe.

La diversidad por su parte se expresó desde distintos matices; de éstos obtuvo gran visibilidad aquel de la diversidad sexual y las reivindicaciones de derechos de las personas discriminadas por su orientación sexual, que lograron abrirse espacios en un contexto presumiblemente adverso, en el cual reiteradamente se invocaba la existencia de culturas incompatibles con esta forma de diversidad, lo que llegó incluso a que no faltaran quienes pretendieron obviar esta problemática en la agenda del Foro. Al respecto, acogiendo las propuestas del IV Foro Social por la Diversidad Sexual, la Asamblea de Movimientos Sociales reafirmó en sus conclusiones su compromiso con las luchas para erradicar estas discriminaciones en cualquier lugar que se manifiesten, y su respaldo a la campaña “En un Mundo diverso, la Igualdad es lo Primero”, encaminada por el Dialogo Sur/Sur LGBT y otras redes.

La presencia de las Américas fue múltiple y heterogénea. La Carpa del Foro Social Américas, organizada por el Consejo Hemisférico, constituyó un importante punto de referencia para participantes del continente, a la vez que fue espacio de encuentro e intercambio con otras realidades, tales como la de Palestina, Sahara, y otras, que realizaron conversatorios en ella. Entre las actividades de mayor convocatoria destacaron dos, organizadas por el movimiento de mujeres: la Reunión Preparatoria para el Foro Mundial de Soberanía Alimentaria (Nyeleni 2007) que convocaron la Vía Campesina y la Marcha Mundial de las Mujeres, recogió importantes aportes sobre el papel de las mujeres como generadoras de conocimientos en la materia y proveedoras de alimentación para la humanidad. El lanzamiento del libro “Fidel y las Mujeres”, organizado por la Federación de Mujeres Cubanas, además de relevar el importante papel de las mujeres en la revolución, se constituyó en un foro mundial de cálido reconocimiento del aporte de Cuba a las luchas de los pueblos.

Entre los múltiples otros temas y dinámicas que el Foro de Nairobi puso en escena, podemos resaltar brevemente la Asamblea contra la Guerra, que convocó a jornadas globales de acción para el 17 al 20 de marzo. Asimismo, la propuesta de la Asamblea sobre Trabajo y Globalización, de crear una red internacional permanente entre sindicatos, movimientos sociales y centros de investigación en torno a la problemática de trabajo, cultura y derechos laborales, de cara a los embates de la globalización neoliberal.

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* La versión completa de este artículo, con el título: "VII Foro Social Mundial: entre desafíos presentes y miradas al futuro", se encuentra en:
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