Durban: Potencias quieren enterrar Kyoto

2011-12-07 00:00:00

La Conferencia para analizar los cambios climáticos inició con la crítica de los países emergentes a la postura renuente de las mayores economías a aceptar una nueva etapa del Protocolo de Kyoto.
 
Durban.- El Protocolo de Kyoto que vence en 2012 está en peligro de muerte en la COP 17, en Durban. Hay un esfuerzo de los países del llamado G77 para renovar el acuerdo hasta 2020 (o 2015, como mínimo), sin embargo la negativa o la postura escurridiza de las grandes potencias puede provocar un fracaso ambiental en la ciudad sudafricana.
 
El grupo que ya dio señales de querer enterrar Kyoto está dirigido por Estados Unidos que nunca suscribió el protocolo, y cuenta con el apoyo Australia, Canadá y Japón. Los países más críticos a la postura de este grupo son los que están articulados en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
 
La Unión Europea ha presentado posiciones confusas e insinúa que no estaría de acuerdo con una nueva etapa del protocolo si no es suscrito por el bloque liderado por Estados Unidos. Representantes de ALBA, en conversaciones extra-oficiales, acusan a la Unión Europea de escudarse detrás de la posición de Estados Unidos, aguardando la decisión de éstos para seguirla.
 
Sudáfrica deja claro que no escatimará esfuerzos para renovar el protocolo en Durban. “No vamos a dejar a Kyoto morir en suelo africano”, declaró la presidente de la COP 17, la sudafricana Maite Nkoana-Mashabane. La misma postura se puede observar entre los pequeños países- isla, que corren riesgo de desaparecer en pocos años, si los cambios climáticos no son controlados. Aún con poco peso diplomático y poblacional, este grupo de países ha ejercido un papel fundamental en la presión por la renovación del protocolo. “Algunas partes están con una visión de 2012, no de 2020”, expresó el representante de Grenada, isla caribeña, en la COP 17, refiriéndose a la posibilidad de que su país deje de existir en 10 años.
 
Fondo Verde
 
Además de la renovación del protocolo de Kyoto, el tema de la constitución de un fondo internacional para el desarrollo del medioambiente genera fricción entre los países en Durban.
 
Desde la COP 16 en Cancún, México, el establecimiento del llamado Fondo Verde es aceptado de manera general, sin embargo, la manera de gestionarlo y financiarlo provoca polémica.
 
Bajo el pretexto de la crisis económica, Estados Unidos afirma que no podrá contribuir con fondos públicos para el Fondo Verde y sugiere que éste sea financiado por el sector privado de forma voluntaria.
 
En respuesta a la posición de Estados Unidos, los países de ALBA sugieren que aquellos que no contribuyan con el fondo deben ser impedidos de participar en el mercado de crédito de carbono y de mecanismos de financiación de energía limpia.
 
Otra exigencia de Estados Unidos es que el fondo sea gestionado bajo la égida de alguna institución multilateral, como el Banco Mundial. Los países de Alba quieren que sea manejado con más autonomía.
 
Con esas fricciones, se pasó a especular que el Fondo Verde no podría ser aprobado en Durban, lo que, junto con la posible no renovación de Kyoto, haría de la COP 17 un fracaso.
 
Brasil cuestionado
 
La organización Climate Chance Network concedió el 2 de diciembre a Brasil el premio “Fósil del Día”, debido a la aprobación del Congreso del nuevo Código Forestal. “¿Que viene Brasil a pedir aquí, si dentro de casa aprueba nueva ley que abre la posibilidad para que las emisiones de gases del efecto invernadero sean muchas veces más elevadas que lo actualmente emite el país?”, cuestionó la organización en comunicado.
 
El premio es concedido diariamente en la COP 17 a los países que “hacen lo mejor” para entrampar las negociaciones, según la organización. Para el embajador André Araña Corrêa del Lago, director del Departamento de Medioambiente del Itamaraty y negociador de Brasil en la COP-17, el nuevo Código Forestal no debe implicar aumento de las emisiones contaminantes. (Traducción ALAI)
 
- Renato Godoy de Toledo es periodista de Brasil de Fato.