En el marco del 1° Foro Social de las Américas, se llevó a cabo este martes 27 de julio, un seminario coordinado por el Centro Memorial Martin Luter King (CMMLK, Cuba), al cual asistieron unas 100 personas de diversos países vinculadas a los movimientos sociales y a la educación popular en particular. El seminario permitió desarrollar valiosas reflexiones a partir de la práctica concreta en este campo.

El seminario tuvo una primera parte donde tres expositores hicieron breves ponencias sobre el papel que la educación popular debe tener (y que tiene) en la construcción de alternativas liberadoras frente al avance del neoliberalismo y las nuevas formas de dominación capitalistas.

Así, Mónica Shireli (CELADEC, Argentina), señaló que la profunda vigencia de la educación popular se debe a que la misma es uno de los aportes centrales, en el ámbito pedagógico y filosófico, de la práctica política latinoamericana. En relación con lo anterior, expresó que "tenemos que recuperar la historia de la educación popular en América Latina, que es recuperar nuestra memoria colectiva y las voces y luchas de nuestros pueblos: tenemos que recuperar nuestra capacidad de nombrarnos".

Asimismo, indicó que las políticas de ajuste estructural han llevado a un vaciamiento de la educación social y política en las estructuras formales, por lo cual urge generar espacios de pensamiento crítico vinculados tanto a los movimientos sociales, como a la educación formal.

Por su parte, hablaron también Fausto Torres (ATC, Nicaragua), quien aportó desde la experiencia del movimiento campesino nicaragüense y desde la experiencia acumulada durante los años de la revolución sandinista, en materia de educación popular. También hizo una breve ponencia un representante del MST de Brasil, quien dijo que en muy buena medida, los resultados exitosos de la experiencia del Movimiento de los sin Tierra en su país, se debe a la constancia y sistematicidad en el proceso educativo de base; no obstante, indicó, la mayoría de la población latinoamericana no tiene acceso al conocimiento y a procesos formativos formales, lo que también supone un obstáculo para la transformación de la sociedad en el tanto en que no todos los conocimientos para la vida pasan por la educación popular. Al respecto, indicó que hay que ajustar los sistemas formales de educación a las necesidades reales de las personas.

Las tres exposiciones coincidieron en la necesidad de imaginar y construir una educación popular integradora, que tenga como principio ampliar el grado de conciencia de las personas para transformar sus propias condiciones sociales, económicas y políticas.

Educadores / as populares toman la palabra

Pasada esta primera fase de ponencias, se realizó un riquísimo trabajo grupal en torno a las preguntas: ¿Cómo podemos avanzar en la construcción de una educación popular que contribuya a desencadenar el potencial transformador de nuestros pueblos? ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta hoy la educación popular en América Latina?

La discusión concluyó con una plenaria en que los distintos moderadores /as presentaron brevemente los resultados de la discusión en cada uno de los grupos.

Se destacó de forma significativa la necesidad de retomar la educación popular como enseñanza para la vida, integrando las distintas facetas humanas de la persona, y retomando las enseñanzas de pensadores como Paulo Freire y otros educadores populares que contribuyeron a forjar esta pedagogía y esta metodología.

Asimismo, se planteó que la educación popular debe retomar una dimensión profundamente política, vinculando la cotidianidad de las personas con su contexto histórico, contribuyendo así a la transformación de las prácticas desde el nivel de lo cotidiano: tranformar el machismo, el sexismo, el verticalismo diarios y personales, como necesidad indispensable para la transformación de las estructuras de la sociedad.

En relación con lo anterior, se destacó que el sistema capitalista contemporáneo produce una fragmentación de la vida de las personas, separando el ámbito laboral de lo comunal, lo familar y lo personal, de modo que la educación popular debe enfrentar esta forma de enajenación, facilitando la construcción de puentes entre los diversos niveles de la vida de nuestros pueblos, para identificar así las causas comunes de la opresión, la miseria y la violencia que padecemos de forma sistemática en todo el continente.

El seminario continuará el día miércoles 29 de julio, profundizando la línea (las líneas) de reflexión en torno al pensamiento crítico como herramienta ante la modelación del sentido común capitalista y patriarcal.