Nosotros, campesinos y campesinas, indígenas, quilombolas, pescadores y pescadoras, trabajadores urbanos, integrantes de varias organizaciones del campo y de la ciudad de toda Latino América, reunidos del 25 al 30 de noviembre en Uruguay, en la Oficina de mujeres y en el Foro Regional – YA ES TIEMPO DE SOBERANIA ALIMENTARIA, rumbo a Nyeleni, al Foro de Soberania Alimentaria, manifestamos que:

Conocemos la tragedia que vive el pueblo mexicano, un de los centros de origen del maíz, agredidos en su identidad, cultura y sustentabilidad de la vida y del ambiente, por la contaminación transgénica de sus variedades de maíz y de plantas silvestres;

El mismo temible riesgo se presenta al pueblo brasileño con la posibilidad de liberación comercial de variedades de maíz trangénico por CTN’Bio – Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad.

Las empresas que hoy dia presionan para que sean liberados los transgénicos en Brasi, son las mismas que hicieran desaparecer en muchos de nuestros paises muchas semillas, y junto con ellas nuestras culturas, tradiciones, costumbres, identidades.

El maíz simboliza para los pueblos de la tierra una semilla sagrada, pues representa una de las especies básicas para la alimentación humana en el mundo;

Es inaceptable y repudiable que se permita que empresas como Bayer, Monsanto, Syngenta, Dupont y otras multinacionales impongan a los pueblos de una nación qué deben plantar, comer y qué enfermedades van a tener, qué remedios van a tomar. La soberanía de los pueblos no puede ser vendida, tan poco cedida para que el capital la transforme en mercancía.

Brasil es una gran patria de trabajadores y luchadores, por esto reconocemos el significado histórico de que el Presidente de la República sea un trabajador y lo que esto representa para las trabajadoras y trabajadores de toda América Latina;

Por todo esto, exigimos que su gobierno impida la liberación comercial del maíz transgénico, como demostración de su compromiso con campesinas y campesinos, indígenas, quilombolas, pescadores y pescadoras, trabajadores y trabajadoras urbanos, en fin, con el pueblo brasileño, de América Latina y del mundo.

Paso Severino - Uruguay, 29 de noviembre de 2006

“Semillas, Patrimonio de los pueblos al servicio de la Humanidad”