CHile: Caracterización de la situación agraria

2001-06-04 00:00:00

Todos los autores especializados en el tema coinciden en que en Chile, en el campo,
se han producido los cambios más significativos de las últimas dos décadas. Estos
cambios están lejos de haber terminado y no se sospecha los desarrollos finales que
pueda tener tal proceso... Aún está en pleno crecimiento y expansión.

Nosotros nos atrevemos a decir que estos cambios se pueden entender como la
penetración capitalista en el campo y que esta penetración tiene una clara
connotación de capital transnacional.

Este opera a través de mecanismos aún no conocidos en algunos aspectos. Otras
veces, actúa asociado a capitalistas criollos que por su dimensión y desarrollo
ya son socios igualitarios de las transnacionales. Estos son los grupos
económicos y todo el ramaje y compleja red de poder que involucra.

De una realidad agraria de los años 60, caracterizada por una alta concentración de la
tierra en pocas manos (el latifundio); baja productividad y parasitismo con escasos
beneficios y maltrato para la fuerza de trabajo (inquilinaje), se pasa a una nueva
realidad en la que predomina la empresa altamente productiva. Esta empresa se
presenta de tamaño mediano, tecnificada, produciendo nuevas formas de explotación
de la fuerza de trabajo, por un parte, pero abriendo un gran mercado de tierras en el
cual actúa apropiándose, usurpando, expropiando las tierras de los campesinos. A
esta realidad se deben agregar toda una serie de nuevas formas de uso del suelo,
nuevos cultivos (fruticultura y horticultura de exportación) para terminar con una
expansión de la producción de lo que se llama la silvicultura o explotación de
bosques para la producción de maderas, celulosa, papeles finos, etc. En esta última
actividad domina la empresa transnacional.

De esta nueva realidad se desprenden claras consecuencias sociales que para
nosotros son políticas: La penetración capitalista en el campo ha significado la
descomposición del campesinado. Podemos decir que este proceso se caracteriza
por su lentitud, diversidad y complejidad en cuando el campesino no desaparece ni se
prevé que pueda desaparecer como grupo social, por el contrario, pareciera que esta
nueva etapa necesita una gran fuerza de trabajo disponible para su expansión. El
capital no se esfuerzo por terminar con los campesinos como clase, grupo social o
estrato; pero en su interior se ha producido la diferenciación socioeconómica. Esta
diferenciación implica también diferenciación de sus luchas y diferenciación de las
culturas e identidades que estos grupos van construyendo en su trabajo y resistencia a
la explotación y apropiación de sus tierras.

Sí, el campesino está en proceso de descomposición social, es decir, en proceso de
integración al capitalismo, de proletarización subproletarización. Más claro... hay
campesinos que se han convertido en "viables", así se los llama a los campesinos que
se convierten en capitalistas, en empresarios.

Estos son los integrados al capitalismo.

Por otra parte, hay campesinos que se empobrecen y mantienen una economía de
autosubsistencia y autoabastecimiento en los límites de la pobreza. Estos serán los
campesinos propiamente tales. A ellos y, sólo a ellos, se los sigue llamando
campesinos.

A las dos calificaciones anteriores se le agregan todos los asalariados del campo,
que no son necesariamente temporeros.

Muchas veces son hijos de campesinos, campesinos sin tierra, los del "decreto
maldito 208"; también son campesinos empobrecidos, etc... Estos son los llamados
proletarios del campo.

Debemos agregar también a aquellos campesinos que son lanzados a través de las
usurpaciones de tierras y que son los que emigran a los villarios pueblerinos y a las
ciudades. Estos conformarán un subproletariado.

Finalmente, el capitalismo, ha hecho surgir a los temporeros que vienen de todos los
sectores: estudiantes, gentes de los pueblos y ciudades... empieza, también, la
incorporación masiva de la mujer a la faena como fuerza de trabajo predilecta en
algunas áreas.

Todos estos grupos humanos están en permanente movilidad, es decir, van de un
grupo a otro, combinan unas formas de trabajo con otras. Esta es la nueva realidad
para la lucha política-sindical, cómo trabajar con todos si para nosotros todos
son campesinos?. Sabemos que todos son distintos en cuanto sus problemas o
identidades y, por esto es que creemos necesaria la creatividad y la flexibilidad del
trabajo de nuestra Confederación.

Para llevar con éxito una lucha sindical se deben conocer, cuantificar y ubicar, no
sólo geográficamente, a todos y cada uno de los grupos de campesinos mencionados
anteriormente. Se hace necesario, también, estudiar su papel en cuanto importancia
dentro del modelo de acumulación y circulación general del modelo capitalista.
Sabemos que dicho modelo continúa implementándose con el gobierno de la
Concertación y, evidentemente, se consolida. De este estudio se deben concluir
políticas sindicales de corto, mediano y largo plazo.

Frente a la clara situación de continuidad política que, se sospecha, con el próximo
gobierno de Frei, se pueden desprender algunas tareas prioritarias:

Escuela sindical.

La Confederación debiera orientarse, a largo plazo, en la formación de nuevos
cuadros sindicales que trabajen en las diferentes realidades y grupos humanos que
actúan hoy en el campo. Para esto se debiera considerar desarrollar su propia
escuela sindical. Al respecto, es de mucha importancia el intercambio de
conocimientos, experiencias y luchas en el campo en las realidades de los países
hermanos.

Para tener una escuela sindical es necesario sistematizar todos los conocimientos
todo lo que se publique y escriba. Nunca antes en la historia hubo tanta producción
de literatura especializada. Sociólogos, Antropólogos, Educadores, Técnicos de todo
tipo, etc... Los profesionales están "dedicados" y, bien pagados, para producir
información analítica, pero no producen información política. La información que
ellos producen es usada con claridades estratégicas por los capitalistas y no por
nosotros.

A nosotros nos corresponde usar este conocimiento, pero criticándole y así ponerlo
a nuestro servicio. De aquí puede salir una escuela sindical.

Uso de medios de propaganda, educación y formación

Pareciera que al respecto hay un déficit que debiera ser mejorado. Se debiera
incorporar mejores técnicas a los medios que se disponen. El uso de afiches, diarios,
videos, radios, TV.

Descentralización

No sólo desde el punto de vista de dividir el país en zonas y asignar compañeros o
abrir sucursales sino que, además de ello, la especialización de los cuadros en
determinados problemas, realidades, identidades y luchas sociales que puedan
ganarse.

La mujer, su papel como fuerza de trabajo en el campo

Como una de las "novedades" del capitalismo está la incorporación masiva de la
mujer a la actividad productiva como fuerza de trabajo. Esta viene adquiriendo, en los
últimos tiempos, una suerte de selección privilegiada; no sólo respecto del hombre,
sino en el tipo de mujer que tiene prioridad en la contrata y, por lo tanto, en el
trabajo. Por esto ya no se puede ver el tema de la mujer como correspondiendo a un
departamento femenino. La mujer como fuerza productiva adquirió importancia
económica, política, cultural, etc. Debe adquirir también importancia sindical.