Declaración de la II Asamblea Latinoamericana de Mujeres del Campo
Declaración de México
II Asamblea Latinoamericana de Mujeres del Campo
"MUJERES del campo cultivando un milenio de VIDA, JUSTICIA e IGUALDAD"
A 122 años del nacimiento del General Emiliano Zapata Salazar, cuyo
legado fue “Tierra y Libertad”, las mujeres de la CLOC recogemos su
herencia y hacemos nuestro el desafío de que “la tierra es para quien
la trabaja”. Y nosotras, mujeres, lucharemos con alegría y fuerza para
producir en esta tierra el alimento más anhelado: EL ALIMENTO DE LA
JUSTICIA, LA VIDA Y LA LIBERTAD.
Reunidas, 180 mujeres delegadas proveniente de 16 países y en
representación de 36 organizaciones, integrantes de la Coordinadora
Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), nos hemos unimos
los días 6 y 7 de agosto del año 2001, en la Ciudad de México, para
discutir, analizar y hacer propuestas en torno a la problemática de
discriminación que sufrimos las mujeres del campo, producto de las
políticas neoliberales implementadas por los gobiernos del continente
latinoamericano.
Esta asamblea nos permitió en los dos días de trabajo, analizar el
impacto de esas políticas de gobiernos hacia las mujeres del
campo, posibilitó el intercambio de ideas, experiencias y sobre todo,
la articulación de acciones para fortalecer esta instancia
organizativa, además de definir ejes estratégicos y mecanismos de
trabajo que propicien integrar a las mujeres del campo de América
latina, en igualdad de condiciones, a los procesos de desarrollo y al
reconocimiento pleno de nuestros derechos.
En este contexto , suscribimos la siguiente DECLARACIÓN:
1. Ratificamos la necesidad de continuar luchando por nuestros
derechos y de todos los trabajadores del campo, reafirmando con
la firme convicción, que nuestra lucha es de la igualdad de
género, de clase y de pueblo.
2. Denunciamos y repudiamos enérgicamente todas las formas de
discriminación y violencia que vivimos las mujeres del campo
latinoamericano y exigimos a los gobiernos el cumplimiento de
los acuerdos internacionales, que garantizan el respeto a la
vida y a la no violencia contra las mujeres, por ellos
suscritos.
3. Demandamos a la CLOC que asuma las propuestas y resoluciones
emanadas de esta II Asamblea de Mujeres del campo.
4. Reafirmamos que la unión de las organizaciones del campo y de
mujeres es un elemento indispensable para enfrentar los embates
del neoliberalismo en contra de nuestros pueblos. Solidarizamos
con las luchas que en este momento libran las hermanas
indígenas, negras y del campo, en los distintos países del
continente en defensa de sus derechos, de la tierra y de la
vida.
5. Ratificamos la Solidaridad con las Mujeres Campesinas y
cooperativistas cubanas, quienes representan un ejemplo de
resistencia, inquebrantable valor y decisión en su justa lucha
contra el imperialismo norteamericano en su heroica batalla en
defensa del Socialismo y la Revolución Cubana.
6. Ratificamos la necesidad de sumar a nuestras luchas a otros
sectores que comparten la voluntad de lograr una equidad de
género y de levantarse en contra del modelo neoliberal que
vulnera la ruralidad.
7. Estamos en contra de las políticas agrícolas transnacionales que
vulneran la seguridad y soberanía alimentaria de nuestras
familias y pueblos.
8. Manifestamos nuestra preocupación por la creciente e
irrefrenable Migración del campo a las ciudades y del hemisferio
sur al norte, producto de la aplicación de políticas
neoliberales que impactan de manera negativa los procesos de
desarrollo del campo y que se reflejan en la feminización de la
pobreza, la desarticulación de las familias, la pérdida de
identidad cultural, el despoblamiento del campo.
9. Rechazamos enérgicamente la existencia de planes represivos,
neocolonialistas y antidemocráticos que se están imponiendo en
América, a través del Plan Colombia y Plan Puebla Panamá.
10. Nosotras, guardadoras ancestrales de las semillas,
declaramos que éstas son patrimonio de nuestras comunidades, de
nuestros pueblos y de toda la humanidad. Rechazamos
absolutamente la patentación de las semillas y la intromisión en
nuestras tierras de transgénicas.
11. Hacemos público nuestro compromiso de seguir luchando y
trabajando por alcanzar condiciones de equidad entre hombres y
mujeres en nuestras comunidades, organizaciones, países y en el
mundo.
12. Declaramos nuestra más profunda anhelos: Que sólo las
luchas organizadas de los pueblos, permitirán los cambios
necesarios para construir una nueva sociedad que hará florecer
la mujer y el hombre nuevos de esta gran patria que es América
Latina.
¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza,
globalicemos la igualdad en la diversidad!.
México, D.F., 7 de Agosto de 2001