58 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
El 10 de diciembre 2006 se conmemora los 58 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Se suponía que esta Declaración era para que todo mundo la practicara y respetara, principalmente en los derechos más elementales de la vida de toda persona y población, sin importar su color, cultura, procedencia, etc. Sin embargo, casi sesenta años después el panorama mundial es desastroso. No podemos dejar de mencionar, tristemente, las tenebrosas cantidades de violaciones cometidas en contra de las grandes mayorías pobre de la población mundial, principalmente indígenas, mujeres, niños y niñas.
En Guatemala, el pueblo maya es quien puso más de 200 mil muertos, dejando 45 mil viudas y más de 444 aldeas arrasadas, como “producto” de la guerra de 36 años. Y actualmente sigue habiendo dolor porque la violencia a todo nivel no baja de intensidad.
Con aquella guerra sucia se violó totalmente la Declaración Universal y no hubo cuerpo diplomático alguno que halla intervenido para que se evitara la política de las masacres, las ejecuciones extrajudiciales, la tierra arrasada y todo tipo de exterminio en contra de la existencia del pueblo maya y pueblo en general. Muchos de los autores intelectuales y materiales, aparte de gozar libertad, siguen o siguieron enquistados en las esferas de gobierno pasado y presente.
Es un hecho lamentable que los administradores de justicia sigan encubriendo a estos y a otros asesinos, argumentando que no hay pruebas suficientes para juzgarlos. Incluso uno de ellos quiere seguir gobernado el país, ofreciendo democracia y desarrollo para un mejor país. Es una actitud descarada, abusiva, insolente y de falta de respeto no sólo a la ciudadanía sino también a las miles de personas que cayeron bajo las políticas de muerte.
En el proceso de las negociaciones de paz se firmó el Acuerdo global de Derechos Humamos. 10 años después, hoy, son únicamente Recuerdos de Paz, porque en el país se siguen dando hechos violentos que tiene a la población prácticamente de rodillas. Contamos con diputados corruptos y narcotraficantes, con asesinato de mujeres y niños, con ejecuciones extrajudiciales, con un gobierno que defiende a los delincuentes. Por lo tanto, en Guatemala la Declaración Universal de los Derechos Humanos como que no existe, se desconoce su existencia.
Es violación a los derechos humanos también cuando se niega el derecho a la alimentación, a la educación, a la salud y a vivir dignamente, tal como sucede con miles de familias Mayas y campesinas en Guatemala, lo lamentable es que es responsabilidad del estado. Aun peor, ante esta situación de miseria en que vivimos el estado reduce y se niega a la inversión social. Hacia dónde vamos?
Nos solidarizamos con las organizaciones indígenas y del movimiento popular de Oaxaca México, por la defensa de sus derechos y su dignidad. Repudiamos y condenamos la represión que están viviendo en estos momentos. Exigimos al gobierno de México, atender la demanda de nuestros hermanos y hermanas, no queremos más muertes ni encarcelados, buscamos una vida digna y humana.
Hacemos un llamado a la conciencia de los gobernantes y ciudadanía en general para que nos demos un tiempo y podamos cultivar más la sensibilidad, la solidaridad, el respeto y otros valores que cuidan la vida y todos aquellos otros elementos que están en relación con ella. Asimismo, releamos y practiquemos en la vida ordinaria La Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sólo así podremos valorar y celebrar los casi sesenta años de dicha declaración.
LA DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS SOLO TIENE SENTIDO SI SE LLEVA A LA PRACTIVA, DE LO CONTRARIO SON LETRAS MUERTAS.
Guatemala, 10 de Diciembre, 2006.
COORDINADORA NACIONA INDÍGENA Y CAMPESINA –CONIC-
Miembro de UASP, Waqib’ Kiej, Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo CLOC y Vía Campesina Internacional.