Despliegan gran bandera chilena con ojo herido en Plaza Italia

Prensa CDLP
2019-12-10 23:00:00

La intervención, realizada por un grupo de activistas de la Cumbre de los Pueblos, fue un homenaje a las víctimas de la represión que han perdido sus ojos.

 

Una gran bandera chilena con un ojo cerrado y una lágrima, en lugar de la estrella blanca, fue extendida en la Plaza Italia, también conocida como Plaza de la Dignidad, casi al medio día de este jueves.

 

La intervención, a cargo de un grupo de organizaciones sociales que participan de la Cumbre de los Pueblos 2019 -encuentro internacional que se realiza en la Usach- fue un homenaje a las víctimas de la represión y la violencia de los últimas semanas, aseguraron sus realizadores.

 

La bandera tuerta

 

La llamada "bandera tuerta" llamó la atención de automovilistas, quienes apoyaron la iniciativa con bocinas, y de transeúntes, los que aprovecharon el telón tricolor para retratarse en uno de los lugares más emblemáticos de la capital, que desde el inicio del estallido social es, además, epicentro de las movilizaciones. 

 

“El ojo cerrado en lugar de estrella no sólo simboliza a las más de 200 personas que han perdido uno o ambos ojos por la represión, sino también representa que éramos un país que no mirábamos a los demás, que no nos mirábamos entre nosotros. Lo que ha pasado no sólo significa un cambio hacia afuera sino también hacia adentro”, comentó Loreto Contreras, una de las realizadoras de la obra.

 

La bandera de 120 metros con su ojo roto, volverá a estar en Plaza Italia, para participar de la nueva convocatoria a marcha por octavo viernes consecutivo según indicaron desde La Cumbre de los Pueblos. 

 

A la fecha, y según cifras del INDH, más de 1.180 personas han sido afectadas en su vista por perdigones de Carabineros, de ellas alrededor de 300 han sufrido la mutilación de al menos uno de sus ojos. Los casos más emblemáticos son los del estudiante universitario de 21 años, Gustavo Gatica, quien perdió la vista por completo luego de recibir un perdigón en cada ojo durante una manifestación; y Fabiola Campillay, joven madre de 36 años, quien quedó ciega luego que un funcionario le disparara una bomba lacrimógena en pleno rostro mientras se dirigía a su trabajo.