Recomendaciones de ALAI al Seminario Regional para Luchar Contra el Racismo

2000-11-10 00:00:00

Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y
Formas Conexas de Intolerancia

Seminario Regional de expertos para América Latina y el Caribe sobre Medidas
Económicas, Sociales y Jurídicas para Luchar Contra el Racismo, con Referencia
Especial a los Grupos Vulnerables

Santiago de Chile, del 25 al 27 de octubre de 2000

RECOMENDACIONES DE LA AGENCIA LATINOAMERICANA DE INFORMACIÓN -ALAI-,
organismo con estatus consultivo del ECOSOC

Por la importancia que tienen los medios y sistemas de comunicación en
el contexto actual, su involucramiento en el combate al racismo, la
discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia, constituye un
elemento clave para la creación de sociedades plurales y diversas.

Por un lado, los medios de comunicación son el canal predominante de
influencia hacia el principal espacio de expresión ciudadana: la
opinión pública; por otro lado, la cyber-comunicación posibilita parte
substancial de las interacciones sociales, políticas, culturales y
económicas actuales.

En el globalizado siglo XXI, buena parte de las relaciones humanas
están siendo definidas, cada vez más, por la re-ubicación estructural
de cada cual y de las colectividades ante las posibilidades
comunicacionales y el acceso a la información y al conocimiento, frente
a los cuales los grupos sociales y pueblos discriminados y excluidos se
ven afectados por una remarcable desventaja.

De igual manera, las relaciones de poder que se generan en el espacio
político, están definidas en mucho por el acceso a la información, cuya
carencia cercena la participación y empoderamiento de los grupos y
pueblos discriminados y limita la viabilidad de otras prácticas
consubstanciales a la vigencia democrática, como los son: la libertad
de pensamiento y opinión, el libre albedrío y expresión, que sólo
pueden realizarse cuando los flujos de información diversificada y
plural permiten la conformación de espacios ciudadanos autónomos y de
una opinión pública con ideas propias.

Asimismo, el ejercicio de los derechos humanos, bien inalienable de la
humanidad, sólo se hará realidad cuando la ciudadanía informada pueda
apropiarse de ellos y reclamar las transformaciones societales y
culturales que se imponen, para su cumplimiento.

La agudización de los problemas estructurales, tales como la pobreza,
la exclusión, la hiper-concentración de la riqueza, las desigualdades y
otros, que afectan a los grupos y pueblos discriminados, es agudizada
por la persistencia de visiones racistas y xenófobas, y por la
exclusión estructural de éstos a la información y al conocimiento. De
allí que, la búsqueda de soluciones para superar esta situación tiene
que ver tanto con la adopción de enfoques sociedad basados en el
pluralismo y la diversidad, como con la concurrencia de recursos y
voluntades.

El siglo XXI acaba de nacer en un mundo escindido por las diferencias
étnicas, religiosas, de género, y otras, cuya superación depende de la
búsqueda de construcción de un
mundo dialogante, basado en un fortalecimiento de la ética, en cuyo
proceso los medios y sistemas de comunicación son actores clave.

La generación de procesos comunicacionales abiertos y democráticos,
enmarcados en éticas de diversidad y pluralismo, son condiciones
necesarias para la consolidación democrática de los pueblos y la
construcción de la paz, cuya sostenibilidad se verá optimizada a través
del fortalecimiento de mecanismos que incrementen la posibilidad de
dialogar, de comunicar, de intercambiar y de procurar consensos.

En ese contexto, el derecho a la comunicación, relacionado tanto con la
posibilidad de construir, en igualdad de condiciones, interacciones
ciudadanas a diversos niveles, como con la posibilidad de ejercer
opciones individuales y societales, aparece como un requisito
indispensable para la construcción de una nueva ciudadanía global,
colectiva e individual.

La construcción de democracias libres de racismo, discriminación,
xenofobia e intolerancia, depende ampliamente de la puesta en vigencia
del derecho a la comunicación, que garantice un acceso y ejercicio
interaccional pleno a los grupos discriminados.

Ello implica la adopción de éticas de diversidad y pluralismo, y una
profunda democratización de los medios y sistemas de comunicación,
basada en el reconocimiento de su función social, actualmente limitado
por las concepciones tecnócratas y mercantiles que predominan en ellos.

Los medios y sistemas de comunicación, actúan en el terreno de la
conformación de ideas y mentalidades, en el de la construcción de
pensamiento y subjetividades, y por lo tanto tienen la responsabilidad
social de contribuir a la ruptura del pensamiento único y a la
conformación de enfoques críticos. De allí la necesidad de profundizar
en la formulación de marcos éticos globales, que permitan el desarrollo
de una ecosofía de la trascendencia y en eso las Naciones Unidas pueden
contribuir abriendo espacios que susciten estas redefiniciones.

Así, constatando la estrecha relación entre comunicación, globalización
y construcción de sociedad -y ciudadanías- sugerimos algunos elementos
prioritarios que quisiéramos
ver reflejados en las recomendaciones del presente Seminario de
Expertos y consecutivamente en la Conferencia Mundial contra el
Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y Formas Conexas de
Intolerancia:

1. El reconocimiento del derecho a la comunicación en el marco de
los derechos humanos, habida cuenta que este tiene que ver con el
ejercicio democrático participativo, con la libertad de
pensamiento y expresión, con el ejercicio de la ciudadanía y con
la posibilidad de ésta a acceder a diversas interacciones
sociales.

2. El desarrollo de un marco ético de carácter universal, basado en
criterios de diversidad y pluralismo, que sirva de trama de fondo
a cualquier propuesta comunicacional, local o global.

3. La democratización del conjunto de sistemas y medios de
comunicación, su diversificación a todas las escalas y, por ende,
el acceso del conjunto de la ciudadanía, y especialmente de los
grupos y pueblos discriminados, a los bienes comunicacionales y
al conocimiento.

4. La afirmación del rol social de los medios y sistemas de
comunicación, su compromiso con la erradicación del racismo, la
xenofobia, la discriminación y la intolerancia, que implica la
apertura permanente de espacios a los sectores y pueblos
afectados; la supresión de mensajes ethno y andro-céntricos; el
desarrollo de lenguajes inclusivos; la visibilización de las
diversas cosmovisiones, modos y opciones de vida, y culturas.