El derecho a la Comunicación y la Sociedad de la Información

2002-06-17 00:00:00

Lo que quiero hacer es redefinir o reformular la así llamada "Sociedad de la
Información" para que pueda ser usada de manera progresista y empoderante. Por
cierto, existe la duda respecto a si puede ser usada de alguna manera, dado que
está tan contaminada por sus actuales promotores.

La Sociedad de la Información a menudo es presentada con grandes y amplias
promesas del potencial revolucionario del conocimiento y la información, algo
parecido a los albores de la era de la energía nuclear que prometía energía
gratuita sin límites para todos: "Tan barata que no vale la pena cobrar por
ella" era la frase de moda entonces. Así la Sociedad de la Información es la
cornucopia de la información y el conocimiento vertiéndose ante la puerta y en
las salas de todas las personas, pronto con amplitud de banda y acceso
ilimitados. Las letras pequeñas en su interior empiezan a dibujar otra imagen
y una agenda diferente. Quedó fuera la versión de información y conocimiento
para todos, ahora se habla del número de usuarios de Internet y de brechas
digitales.

El folleto para la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) es
típico de ello(1). La carátula anuncia:

"El mundo moderno está experimentando una transformación fundamental a medida
que la sociedad industrial que marcó el siglo XX deriva a gran velocidad hacia
la Sociedad de la Información del siglo XXI. Este proceso dinámico anuncia un
cambio fundamental en todos los aspectos de nuestras vidas, incluyendo la
difusión de los conocimientos, el comportamiento social, las prácticas
económicas y empresariales, el compromiso político, los medios de comunicación,
la educación y la salud, el ocio y el entretenimiento. Nos encontramos sin
duda en medio de una gran revolución, tal vez la mayor que la humanidad haya
experimentado".

No hay una falsa humildad ni se trata de una afirmación insignificante, en
tanto es concebible que podría resultar en un impulso de gran importancia para
los derechos humanos y el derecho a la comunicación. Por supuesto, aunque
promete cambios fundamentales en todos los aspectos de nuestras vidas, no dice
si el cambio será para mejor. Dejando eso de lado -creo que podemos leer el
pensamiento del autor sobre ello- dentro del folleto llegamos al análisis.

El análisis comprende dos diagramas. Uno muestra las disparidades regionales
respecto a usuarios de Internet en el mundo. El segundo, bajo el título
"Brecha digital-brecha de infraestructura", muestra que los países de altos
ingresos tienen la mayor porción de la infraestructura en telefonía, telefonía
móvil e Internet. La implicancia es clara: la solución a este problema, y el
camino para avanzar la Sociedad de la Información, tiene que ver totalmente con
ampliar la infraestructura.

Esta tendencia a reducir el tema de la sociedad de la información a la
ampliación de la infraestructura de telecomunicaciones es indicativa de las
fuerzas principales que impulsan la noción actual de la sociedad de la
información -es decir, la industria de la telecomunicación e infraestructura-.
Nuestra existencia social, cultural y política inmensamente enriquecida, según
parece, se resume en abrir el camino para la inversión privada en
infraestructura. Éste ha sido el camino en la década de los 90 con las
promesas del G7 y sus estudios piloto para el desarrollo; la Sociedad de la
Información de la Unión Europea que no logró resultados en ningún estándar de
servicio universal; la super carretera anunciada con bombos y platillos de los
EEUU; y de manera más reciente las promesas del G8 y el Dot Force: Grandes
promesas, algunas acciones simbólicas y el mercado sin restricciones.

¿Es esto realmente todo lo que debemos esperar para los derechos humanos y el
derecho a la comunicación en la Sociedad de la Información? ¿Sólo de esto se
trata la Sociedad de la Información? ¿La revolución en la información y el
conocimiento de los últimos 30 años realmente sólo tiene que ver con la
creación de una nueva red impulsada por el lucro? ¿O debería estar sucediendo
algo más?

De la "Sociedad Post-Industrial" a la "Sociedad de la Información"

Para responder a estas preguntas, y a fin de rescatar el potencial de la
Sociedad de la Información, debemos volver la mirada brevemente a las raíces de
la idea sobre la Sociedad de la Información a principios de la década de los 70
y a lo que se denominó la "Sociedad Post-Industrial".

A principios de los 70, académicos como Daniel Bell y Marc Porat empezaron a
observar algunas tendencias(2):

Los "trabajadores de la información" definidos de manera amplia, estaban
convirtiéndose en el grupo de trabajadores más numeroso en los países más
ricos, por encima de los trabajadores industriales -estaba surgiendo una "clase
del conocimiento";

Relacionado a ello, estaba surgiendo una infraestructura de "tecnología
intelectual" paralela a la infraestructura de la tecnología industrial;

Un número cada vez mayor de bienes, para uso industrial y doméstico, contenía
paquetes de información como componentes centrales. Los bienes físicos "puros"
constituían una parte gradualmente decreciente de la producción total.

La idea de una "tecnología intelectual" profetizaba la tecnología de
información y comunicación y las redes mundiales de hoy, en esa época en que
apenas eran vislumbradas por Bill Gates. El uso efectivo de la información y
los conocimientos mediatizados también se convirtieron en factores críticos
para el éxito en la política y la cultura, así como en la economía. Incluso
nuestra propia formación de identidad y sentido de comunidad se estaban
haciendo cada vez más dependientes de las corrientes de información que se nos
entregaba, y que nos permitían interactuar.

Así, la información y el conocimiento se convierten en la dinámica central de
la sociedad, como medio y como fin. Es así que el control no sólo sobre la
producción del conocimiento, sino también sobre los medios por los que es
comunicado y mediatizado, se convierten en factores críticos. Quien sea que
controle las redes de medios y de comunicación tiene un fuerte asidero sobre el
desarrollo económico, social, cultural y político. La comunicación mediatizada
electrónicamente -radio, televisión, redes electrónicas, con su enorme alcance
e infinita reproducción masiva- se convierte en el sistema circulatorio
primario de la Sociedad de la Información.

En las décadas posteriores a los 70, el concepto se trasladó del dominio
académico al de políticas. En el clima conservador de los 80 y los 90, el
concepto evolucionó gradualmente (en ocasiones ayudado por escritores
conservadores populistas como Alvin Toffler), teñido por las prioridades de los
poderes existentes. En el ambiente de las políticas de entonces, la fuerza
impulsora siempre fue el lucro, y una rama central, la necesidad de abrir
nuevos mercados y obtener el control sobre los existentes en manos de la
propiedad pública o la regulación. Entonces, los medios y los fines ya
empezaban a confundirse. Así, cuando el gran dinero estaba en la televisión,
la televisión fue colonizada por los proveedores de información. Cuando la
telecomunicación se convirtió en el mayor habilitador de la expansión
corporativa, la presión se dirigió a eliminar toda propiedad pública. Con la
Internet y la nueva generación de tecnologías de información y comunicación,
repentinamente, la "divisoria digital" se convirtió en la sazón, y el acortarla
(de manera económicamente beneficiosa) se convirtió en la meta. En esta
situación nos encontramos hoy día.

Sin embargo, las TIC, así como otros medios, son simplemente los medios por los
que la información y el conocimiento son transmitidos. Aunque estos medios
claramente ganan prominencia en conjunción con la creciente importancia del
conocimiento, no pueden ser un fin en sí mismos -a menos que la intención sea
ganar control y exprimir hasta la última gota de lucro de ellos.

De allí, el folleto de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, y
el repentino remezón de la gran promesa de amplio desarrollo humano a la
estrecha realidad de la construcción de una infraestructura privada impulsada
por el lucro.

Las Preguntas Clave

El tema real para los derechos humanos en la Sociedad de la Información es la
lucha por el control del conocimiento de la sociedad. Aunque la "brecha
digital" es real y tiene consecuencias reales, no debe distraer a los
proponentes de derechos humanos, de los temas de fondo, temas que finalmente
determinarán si la "brecha digital" puede ser acortada significativamente, o es
sólo un lema útil para vender la visión del mundo impulsado por el mercado.
Las preguntas a plantear son:

¿A quién le pertenece y quién controla la información y el conocimiento?
(Derechos de Propiedad Intelectual -DPI-)

¿A quién le pertenece y quién controla los medios de transportar y distribuir
la información y el conocimiento? (espectro radial, redes, medios)

¿Quién usa la información y el conocimiento de manera más efectiva para lograr
sus fines? (acceso, habilidades, herramientas)

Plantear preguntas como éstas puede demandar legítimamente una agenda más
amplia que tecnologías de información y comunicación para la CMSI, y abarcar
otros medios clave y los temas de conocimiento desde una perspectiva humana. A
pesar de no lograr la cobertura del último despliegue publicitario del G8, las
respuestas a estas preguntas ya están con nosotros, las cifras están contadas y
los análisis están hechos.

Respecto a la propiedad del conocimiento, bajo los auspicios principalmente de
la OMC, sólo ha prevalecido una definición estrecha de propiedad intelectual,
el modelo occidental; existen instrumentos y sanciones de cumplimiento
enormemente fortalecidos; y un cambio decisivo a favor de propietarios de
conocimientos en desmedro de los usuarios.

Respecto al transporte y movimiento de la información y el conocimiento, ha
habido un cambio masivo hacia la propiedad privada de todas las
infraestructuras y medios y gran concentración de la propiedad, y un
debilitamiento virtualmente total de la ONU como un foco de regulación y
control.

Y en términos de capacidad para el uso efectivo, las tecnologías más nuevas
sobre las cuales se coloca todo el énfasis, como la Internet y las TIC, hasta
ahora son usadas de manera más efectiva por corporaciones y por varones más
jóvenes, de habla inglesa en zonas urbanas de los países más ricos.

Existe así toda una gama de preguntas, preguntas que las corporaciones y los
gobiernos que impulsan el actual modelo de la Sociedad de la Información
preferirían que no se plantearan, tales como:

¿Por qué las radios locales sin fines de lucro, el medio más barato y más
accesible posible, no están disponibles en cada comunidad en todas partes?

¿Por qué la televisión está prácticamente desregulada en términos de difusión
de contenido comercial y de consumo mundialmente, y está dominada por un
pequeño número de compañías?

¿Por qué la propiedad de la información y el conocimiento se está concentrando
en menos manos, incluso el legado de conocimiento de milenios que está siendo
encerrado en enormes bases de datos privadas para volver a ser vendidas a sus
creadores?

¿Por qué los derechos de propiedad intelectual están otorgando derechos de
monopolio cada vez más amplios a los propietarios y están extendiendo al
conocimiento hasta ahora de dominio público?

¿Por qué la Internet se está convirtiendo en otra arena para la explotación
comercial y la supervisión represiva?

Las Encrucijadas de los Medios

Como esta conferencia dice -sí tenemos una opción. En efecto, nos encontramos
ante una encrucijada de los medios y la comunicación.

Observando una de las rutas, vemos que conduce a una Sociedad de la Información
futura en la cual los medios y el conocimiento son de propiedad privada de
megacorporaciones; donde el acceso a la información está basado en la capacidad
para pagar; donde el contenido está homogeneizado y saneado para facilitar la
entrega de espectadores a los publicistas.

Observando la otra ruta, vemos que conduce a una Sociedad de la Información
cuya meta es informar, entretener, divertir, educar, desafiar, provocar,
ilustrar y relajar a las personas. Los medios donde las personas pueden verse
a sí mismas, ser ellas mismas y por último expresarse a sí mismas e interactuar
con otros. Los medios como mediación entre las personas y la sociedad, como
espacios colectivos para la creatividad y la expresión, como la herramienta
central de una esfera pública vibrante.

Si no tomamos una decisión consciente y deliberada para actuar, la opción puede
desaparecer -la segunda ruta puede cerrarse en un futuro previsible-. Las
tendencias actuales en las instituciones de gobernabilidad mundial y
especialmente la OMC pueden cerrar la puerta con firmeza impidiendo todo
retroceso.

Por lo tanto, si tomamos en serio los derechos humanos en la Sociedad de la
Información, debemos considerar qué acciones emprender para garantizar que
dicha perspectiva prevalezca, y empezar nuestra travesía por la segunda ruta.

Algunos de los elementos indispensables incluyen:

Re-equilibrio de los DPI hacia los usuarios y la esfera pública, incluyendo la
creación de un régimen más diverso de DPI;

Apoyo al surgimiento, en los ámbitos local, regional y también mundial, de una
rica diversidad de medios de la gente, reclamando los dominios comunes globales
y creando nuevos espacios para la interacción;

Construcción de la capacidad de la gente y las comunidades de abajo hacia
arriba, con diversidad de contenido, herramientas, enfoques, para usar las
tecnologías y medios disponibles.

Ésta es una Sociedad de la Información que coloca los derechos humanos en
primer plano.

1) Se puede encontrar en: www.itu.int/wsis/

2) Bell, Daniel, 1973, The Coming of Post Industrial Society, Basic Books,
Nueva York. Porat, Marc Uri, 1977, The Information Economy, vol. 1, U.S.
Department of Commerce, Washington, D.C. Marc Porat.

Sean Ó Siochrú es Director fundador de Nexus Research (Irlanda) y ex-
vicepresidente de MacBride Round Table.

* Ponencia preparada para el Seminario: "Comunicación y Ciudadanía", organizado
por ALAI, APC y APRESS durante el II Foro Social Mundial.