Mexico

Informe actualizado sobre la situación del periodismo

2009-02-20 00:00:00

19 de noviembre de 2008

86 son los asesinados

9 permanecen desaparecidos

82 periodistas y 4 trabajadores de la prensa asesinados en los últimos 25 años

52 asesinatos y 11 desapariciones forzadas de periodistas y trabajadores de prensa ocurridas durante el sexenio de Vicente Fox Quesada Y en lo que va del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa

En el 2007, fueron asesinados 6 periodistas y 3 trabajadores de la prensa y ocurrieron 3 desapariciones forzadas de informadores

En lo que va del 2008, han sido asesinados 12 colegas y 2 desparecidos

Prácticamente un asesinato por mes desde que inició la actual administración federal. suman 22 y todos en la más absoluta impunidad

En materia de derechos humanos, en México, el gremio periodístico al igual que otros grupos violentados nada tiene que encomiar. Con el artero asesinato del colega, José Armando Rodríguez Carreón, ocurrido el jueves 13 en Ciudad Juárez, Chihuahua, aumenta a 86 los colegas victimados.

En consecuencia nuevamente nos vemos en la necesidad de modificar, El Informe Actualizado Sobre la Situación del Periodismo en México.

La Federación Latinoamericana de Periodistas FELAP-México, Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y el club Primera Plana, CPP, denunciamos nuevamente que nuestro país continúa en el primer lugar en el mundo en asesinatos, desapariciones forzadas y demás atentados y agravios contra los trabajadores de la prensa, sólo por debajo de Irak, que como hemos señalado es un caso sui géneris por sufrir una guerra de intervención por parte de Estados Unidos y sus aliados. 86 COLEGAS HAN SIDO ASESINADOS DE 1983 A LA FECHA.

De septiembre a esta fecha, hemos tenido que lamentar 5 bajas más: en Villahermosa, Tabasco, fue acribillado el periodista radiofónico, Alejandro Zenón Fonseca Estrada, en Lázaro Cárdenas Michoacán, un comando secuestró y ultimo a director del periódico regional “La Noticia”, en Chihuahua capital, un comandó que entró intempestivamente, al parecer en persecución de 4 individuos, disparo indiscriminadamente, fueron muertas 11 personas entre ellos el columnista del “Diario de Chihuahua”, David García Monroy, en Tijuana, Baja California, el voceador del diario “El Mexicano”, Francisco Javier Salas, cuando se disponía a iniciar a las 5:00 su trabajo, fue ultimado por un comando, se informa, porque fue testigo de unas amenazas, y el reportero del El Diario de Ciudad Juárez, Chihuahua, José Armando Rodríguez Carreón, fue ultimado cuando se disponía a llevar a su menor hija al colegio, en esa forma se completa la lista cruel de 86 periodistas y trabajadores de la prensa asesinados en los últimos 25 años, en promedio más de 3 por año.

Las cifras, por si solas, destacan la gravedad del fenómeno. De 1983 al 2000 fueron asesinados 34 periodistas, dos por año en promedio. Los homicidios de informadores se incrementan a partir del 2000 a la fecha, son 52 los caídos, en promedio más de 6 por año.

En lo que va de este año, son 12 los compañeros asesinados y 2 desparecidos La lista cruel del 2000 a la fecha asciende a 52 asesinatos: 48 periodistas y 4 trabajadores de la prensa y continúan 9 colegas desaparecidos. Fueron 10 los secuestrados, 2 fueron encontrados muertos.

En los 24 meses de la actual administración federal, han ocurrido 22 asesinatos, prácticamente uno por mes, y de no actuarse en consecuencia la tendencia nos presenta un panorama de gravísimas consecuencias, en el sentido exacto, de que tales crímenes tienen como objetivo común vulnerar las libertades de prensa y expresión.

Con los últimos asesinatos y desapariciones, México mantiene el deshonroso primer lugar en el mundo en atentados a informadores y medios. En los últimos 7 años 11 meses el registro de la Federación Latinoamericana de Periodistas FELAP, con el invaluable apoyo de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos FAPERMEX, y el Club Primera Plana, arroja esa lamentable lista trágica de 52 compañeros asesinados, más de 6 por año, y más de un desaparecido por año. Lo más grave radica en que todos los casos yacen en la más vergonzosa impunidad.

Nuevamente nos dirigimos al presidente Felipe Calderón Hinojosa para exigirle justicia, en el entendido de que sólo con su decisión política se puede revertir el fenómeno que tiene, repetimos, como objetivo único y fundamental el socavar las libertades de prensa y expresión, así como el derecho a la información.

Es de mencionarse, aunque resulta incomodo, que otras organizaciones nacionales e internacionales, en sus reportes, den a conocer sesgada y por tanto incompleta la lista de los asesinatos y las desapariciones forzadas de trabajadores de la prensa. El presente Informe responde a una acuciosa investigación y registro constante de las incidencias en torno de los atentados a periodistas, prácticamente en el mismo instante en que ocurren.

Desde el periodo del foxismo nuestro país se convirtió en el número uno en atentados a periodistas en el mundo sin conflicto bélico, --sólo como ya apuntamos, atrás de Irak que sufre una guerra de intervención-- con 52 colegas asesinados y 9 aun desaparecidos.

En los meses de gobierno de Felipe Calderón, el fenómeno de atentados a comunicadores no cesa, con 22 asesinados, 5 desaparecidos y el descubrimiento de los cadáveres de 2 compañeros secuestrados en el sexenio anterior, con lo cual la lista se eleva a la cifra mencionada.

Resulta comparativamente que si en el sexenio anterior se asesinaron 5 periodistas por año, 30 en total y fueron secuestrados 6, uno por año. En la actual administración el panorama es dantesco. 22 asesinados, prácticamente uno por mes y una desaparición forzada cada 3 meses y medio.

A todo lo anterior debemos sumar los cientos de atentados de todo tipo que sufren los comunicadores y sus medios. Casos, todos, repetimos, que se encuentran en la más absoluta impunidad.

En concordancia con nuestro informe, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en una nueva actitud, da a conocer la multiplicación de agresiones y amenazas a periodistas. Coincide también con nuestro informe en el sentido de que no hay voluntad de las autoridades para investigar ese tipo de violaciones a las garantías de los informadores y sancionar a los responsables materiales e intelectuales, lo que genera impunidad, sin embargo no coinciden nuestras cifras de víctimas y ello es lamentable.

Desde que se incrementó este fenómeno social, que vulnera directamente a la sociedad ante su derecho inalienable de estar inmediata y perfectamente bien informada, el periodismo organizado del país, al través del Club Primera Plana, CPP, la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y su análoga continental la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, hemos exigido simplemente justicia, que de haberse cumplimentado por parte de las autoridades correspondientes, obviamente se hubiera revertido el lacerante fenómeno.

Sin embargo, a pesar de la gravedad de la situación, jamás hemos merecido el menor respaldo a nuestras denuncias por parte de la llamada gran prensa. Inclusive hoy, prefieren mencionar a organizaciones extranjeras, con cifras sesgadas, por debajo de la realidad, que a las condenas en demanda permanente de justicia de las asociaciones nacionales y regionales con verdadera representatividad.

Por toda esta situación de vergonzante impunidad ante los crímenes de periodistas y la nula acción preventiva, situaciones que siempre hemos denunciado como acciones tendientes a socavar las libertades de prensa y de expresión, todos nos unimos con la demanda unificada de la FELAP, FAPERMEX y CPP., que presiden, respectivamente, el colega argentino Juan Carlos Camaño, el chihuahuense, Roberto Piñón Olivas y la poblana, Rosaura Cruz de Gante ¡No más asesinatos, desapariciones y demás atentados a periodistas, señor presidente, Felipe Calderón Hinojosa!

Nunca antes en la historia del país tuvimos que soportar un sexenio gubernamental federal tan brutalmente enemigo de la prensa, como el que terminó el jueves 30 de noviembre del 2006, a pesar de las acostumbradas declaraciones en contrario del entonces presidente Vicente Fox Quesada, quien afirmaba que durante su gobierno se puso fin a la censura.

Baste recordar que en ese supuesto gobierno del cambio, fueron asesinados 30 periodistas, cinco por año, desparecieron 6 colegas, se cometieron cientos de atentados, se crearon leyes privativas mordaza como la del ex gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía y, lo peor de todo en materia normativa, el foxismo puso en vigor la supuesta Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental y las clonadas en diferentes entidades de la República.

Ante esta realidad lacerante que vive el gremio periodístico nacional y que ha tenido repercusiones vergonzosas allende las fronteras al convertirse México, país sin conflicto bélico, en el primero en el mundo en asesinatos, secuestros y demás atentados a comunicadores; pero sobre todo por la cobarde impunidad imperante ya que ningún caso ha sido aclarado, exigimos simplemente: justicia.

También es de rechazarse la farsa de las declaraciones de Vicente Fox de que puso fin a la censura. ¿Cómo entonces debemos llamarle a toda esa impunidad con que se actuó durante su gobierno en contra de los comunicadores y sus medios para socavar las libertades de prensa y expresión, así como contra el derecho a la información?

¿Cómo es posible que Vicente Fox, en su acto de despedida de los comunicadores se haya atrevido a invitar a los medios de comunicación no sólo a fortalecer el proceso democrático en México, sino también a difundir con "objetividad y profesionalismo" la información con la que se forma la opinión pública en la ciudadanía, y luego afirmara que a lo largo de su sexenio se puso fin a la censura, a la represión y al autoritarismo y que ahora a éste, su supuesto espacio de libertades, debe sumarse la responsabilidad de los medios en el marco de la ética y de la verdad?

En primer lugar, en la invitación al gremio está implícita la calidad de Torquemada del ex Jefe del Ejecutivo; mintió Vicente Fox al decir que acabó con la censura en su Gobierno. Al contrario, la situación fue brutal y asesina y por último es totalmente inaceptable que haya afirmado que durante su gobierno México fue “un sexenio de libertades”.

A continuación se enumeran los nombres y fechas de los periodistas asesinados y secuestrados en el periodo sexenal de Vicente Fox Quesada y lo que va del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa (2000-2008).

1 de febrero de 2000, Luís Roberto Cruz Martínez, reportero de la revista Multicosas, de Reynosa, Tamaulipas, asesinado a balazos.

28 de abril de 2000, José Ramírez Puente, periodista de Radio Net, de Ciudad Juárez, Chihuahua, asesinado de 36 puñaladas

19 de julio de 2000, Hugo Sánchez Eustaquio, editor del diario La Verdad, Atizapán de Zaragoza, Estado de México, se encontró su cadáver después de haber sido secuestrado.

9 de febrero de 2001, Humberto Méndez Rendón, reportero y conductor del Canal 9 de Durango, asesinado de 6 puñaladas en su domicilio en Gómez Palacio, Durango.

19 de febrero de 2001, José Luís Ortega Mata, director del semanario Ojinata, muerto en Ojinaga, Chihuahua

9 de marzo de 2001, José Barbosa Bejarano, corresponsal de la revista Alarma, asesinado en Ciudad Juárez, Chihuahua

24 de marzo de 2001, Saúl Antonio Martínez Gutiérrez, subdirector editorial del diario El Imparcial, de Matamoros, Tamaulipas; fue encontrado muerto con cuatro balazos en la cabeza en las inmediaciones de las poblaciones de Río Bravo y Matamoros.

17 de enero de 2002, Félix Alonso Fernández García, director de la revista Nueva Opción, de Miguel Alemán, Tamaulipas, asesinado con disparos de metralletas AK-47.

9 de abril de 2002, Pablo Pineda Gaucín, reportero del diario La Opinión, de Matamoros, Tamaulipas. Su cuerpo fue encontrado con un balazo en la cabeza cerca de Harlington, Texas, Estados Unidos, en la zona limítrofe con México

 16 de octubre de 2002, José Miranda Virgen, columnista del diario El Sur de Veracruz, murió por una explosión de gas en su domicilio. Se mantiene la sospecha de que fue intencional debido a su actividad crítica contra las autoridades locales.

 13 de diciembre de 2003, Rafael Villafuerte Aguilar, director del periódico La Razón de Ciudad Altamirano, Guerrero, asesinado a balazos en Tierra Caliente, del mismo estado de Guerrero

 19 de marzo de 2004, Roberto Javier Mora García, editor del diario El Mañana y de la revista North Mexico Business, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue apuñalado cuando llegaba a su domicilio.

 22 de mayo 2004, Leodegario Aguilar Lucas, editor de la revista Mundo Político de Acapulco, Guerrero, fue secuestrado el 22 de mayo; su cadáver incinerado fue encontrado el 8 de septiembre. Los restos presentaban impactos de disparos.

 22 de junio de 2004, Francisco Javier Ortiz Franco, coeditor del Semanario Zeta, de Tijuana, Baja California, ultimado a disparos frente a sus dos hijos menores.

 31 de agosto de 2004, Francisco Arratia Saldierna, articulista de los periódicos El Imparcial y El Regional, de Matamoros, Tamaulipas. Fue baleado en una céntrica calle de esa ciudad.

 28 de noviembre 2004, Gregorio Rodríguez Hernández, reportero gráfico y corresponsal de El Debate de Mazatlán en Escuinapa, Sinaloa, fue acribillado cuando cenaba con sus dos hijos.

 5 de abril de 2005, Dolores Guadalupe García Escamilla, reportera y conductora de noticiarios de Stereo 91 de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Fue baleada el 5 de abril y falleció el día 16 del mismo mes, 11 días después, en la Clínica Hospital de Especialidades de esa ciudad fronteriza.

 8 de abril de 2005, Raúl Gibb Guerrero, director del diario La Opinión de Poza Rica, fue asesinado a balazos en Papantla, Veracruz.

 17 de septiembre de 2005, José Reyes Brambila, reportero del periódico Vallarta Milenio, de Guadalajara, Jalisco. Se le encontró apuñalado dentro de la cajuela del automóvil propiedad de la empresa.

 30 de octubre de 2005, Hugo Barragán Ortiz, radioreportero y conductor de noticiarios de la estación Radio MAX, de Tierra Blanca, Veracruz, golpeado y apuñalado en su propio domicilio.

 6 de enero de 2006, José Valdés, periodista radiofónico, asesinado en Sabinas, Coahuila. Su amiga y colega Pilar Cortázar, acusó del hecho a narcotraficantes ligados con militares, investigados por la víctima.

 Marzo de 2006, Rosendo Pardo Ozuna, periodista de La Voz del Sureste, de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Durante su rutina de ejercicios matinales en bicicleta fue atropellado y luego rematado por sus asesinos con el mismo vehículo que lo embistió.

 9 de marzo de 2006, Jaime Arturo Olvera Bravo, de La Piedad, Michoacán. Fungía como periodista independiente y había sido corresponsal del diario La Voz de Michoacán. Llevaba a su hijo de cinco años a la escuela cuando fue ultimado a mansalva.

 10 de marzo de 2006, Ramiro Téllez Contreras, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, asesinado frente a su domicilio. Periodista radiofónico de EXA 95.7 FM.