Mucha demanda y pocas ofertas en Cumbre de Información

2005-11-18 00:00:00

Túnez, 18 nov (PL) Mucha demanda y pocas ofertas signan las sesiones de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI), que concluye hoy en esta capital.

La víspera, 82 oradores intervinieron en plenaria, en la cual una gran mayoría insistió en las necesidades y muy pocos en ofrecimientos prácticos para satisfacerlas.

El llamado abismo digital o, en otras palabras, la diferencia económica, tecnológica y en suma de poder, que separa a los ricos de los pobres, simplifica y separa en dos bandos bien definidos la esencia de semejante maratón de discursos.

Apenas dos datos aportados por el presidente del Fondo de Solidaridad Digital, Guy Olivier Segond, le bastaron para dibujar la inevitable línea divisoria que matiza las posiciones.

Olivier entró en el asunto sin rodeos, al subrayar que la esencia del problema que se debate aquí es la desigualdad entre el Norte y el Sur.

Más de 75 por ciento de los usuarios de la Internet se encuentra radicado en la parte del mundo que cuenta con menos de 15 por ciento de la población, afirmó.

Esto significa, añadió, que 80 por ciento de los habitantes del planeta no tiene acceso a la información, el conocimiento y el saber acumulado por la humanidad.

Con igual simpleza y claridad explicó que este es un factor de importancia capital en la lucha contra la pobreza y la ignorancia.

Según comentó, el Fondo de Solidaridad Digital surgió de una iniciativa de los más necesitados, con el apoyo decisivo de las naciones africanas y en particular del presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo.

Se trata de una importante iniciativa de la Unión Africana para pasar de las palabras a los hechos, mediante una fundación que cuenta, además, con el asesoramiento de la Conferencia Helvética, precisó.

El problema con las perspectivas del Fondo es que sus recursos provienen (o llegarán) de aportes voluntarios de los poderes públicos, a partir de la recaudación de un impuesto de un uno por ciento sobre las ventas de material tecnológico.

La complicada formula revela de hecho el peligro de que la lentitud y la carencia de recursos lo tornen escasamente efectivo.

Un hecho parece cierto: ante la falta de voluntad política o la negativa de las empresas a realizar incursiones en cualquier negocio poco lucrativo, el cierre de la brecha digital puede demorar decenios o permanecer abierta, incluso expandirse.

Por su lado, la representante de Suecia puso como ejemplo la historia de su país que, según aseveró, hace 100 años era pobre y mediante la implantación de la educación gratuita para todos los ciudadanos se convirtió en una potencia técnica.

A seguidas su receta fue todavía más simple: los gobiernos deben invertir en infraestructura y reforzar la transparencia en el uso de los recursos públicos. El resto, en su óptica, casi llega solo.

Una mayoría abrumadora de las intervenciones en la Cumbre de Túnez, que pueden ser leídas en el sitio Web de la CMSI, enfatizó en reclamos más o menos abiertos de ayuda financiera y transferencia de tecnología, sin intereses mercantiles.

El desafío seguirá en pie más allá de la Cumbre, que todavía tiene inscrito para su ultimo día a otro número impresionante de oradores.

Más información

Enlaces informativos sobre la CMSI (Túnez 2005)