Derechos de la Madre Tierra 19

2010-12-08 00:00:00

En su carta "La naturaleza, los bosques y los pueblos indígenas no estamos en venta"  el hermano Evo dice:
 Frente a estas visiones reduccionistas y mercantilistas de los bosques y la selva, los Pueblos junto a los campesinos y movimientos sociales del mundo debemos luchar por las propuestas de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra:
 
1) Manejo integral de los bosques nativos y la selva tomando en cuenta no sólo su función mitigadora de emisiones de CO2, sino todas sus funciones y potencialidades evitando confundirlos con simples plantaciones.
 
2) Respeto a la soberanía de los países en vías de desarrollo en la gestión integral de sus bosques.
 
3) Pleno cumplimiento de los derechos de los Pueblos Indígenas establecidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio 169 de la OIT y otros instrumentos internacionales; reconocimiento y respeto a sus territorios; revalorización y aplicación de los conocimientos indígenas para la preservación de los bosques; participación y gestión de los bosques y la selva por los pueblos indígenas.
 
4) Financiamiento de los países desarrollados a los países en vías de desarrollo y a los pueblos indígenas para el manejo integral de los bosques como parte de su deuda climática y ambiental. No establecimiento de ningún mecanismo de mercado de carbono o de "incentivos" que conlleve a la mercantilización de los bosques y selva.
 
5) Reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra que comprende los bosques, la selva y todos sus componentes. Para restablecer la armonía con la Madre Tierra, el camino no es ponerle precio a la naturaleza sino reconocer que no sólo los seres humanos tenemos derecho a la vida y a reproducirnos, sino que también la naturaleza tiene derecho a la vida y a regenerarse, y que sin la Madre Tierra los seres humanos no podemos vivir.
 
No faltes a la cita con el hermano Evo. Para salvar el planeta hay que cambiar el sistema.

MARCHA DE DIÁLOGO CLIMÁTICO-ESPACIO MEXICANO
“la tierra no se vende, se ama y se defiende”
 
Una multitudinaria marcha convocada por el Diálogo Climático-Espacio Mexicano recorrió las principales avenidas de Cancún por más de tres horas concentrando la atención de la población y de los medios de comunicación. La marcha fue una representación de la multitud de voces rebeldes y contestatarias contra la actitud de los gobiernos participantes en la COP16 que no son capaces de satisfacer las expectativas de la población para detener el Cambio Climático.
 
La marcha fue encabezada por organizaciones campesinas e indígenas de México, agricultores y forestales, demostrando simbólicamente que ellos están a la cabeza de la defensa de la Madre Tierra y dirigieron la marcha con varios estribillos, entre ellos los de “Zapata vive, la lucha sigue” y  “agricultura campesina para preservar el clima”. Luego, seguían activistas y representantes de organizaciones de América Latina y varias organizaciones internacionales. En medio, grupos musicales daban entusiasmo a los marchistas y un dragón representaba el cambio climático. Al final de la larga marcha estaban presentes las organizaciones de los sectores urbanos populares de la ciudad. El espíritu de la marcha puede resumirse en el mensaje de una pancarta “la tierra no se vende, se ama y se defiende”.
 
En síntesis, la marcha del Diálogo fue una demostración de que varias organizaciones del mundo entero están unidas contra el Cambio Climático y el Capitalismo y por la defensa de la Madre Tierra.

MARCHA DE VIA CAMPESINA DEMANDA RESPETO Y PARTICIPACIÓN EN LA TOMA DE DECISIONES
 
Vía Campesina realizó una marcha de varias horas, desde el Deportivo Jacinto Canek hacia el Moon Palace. Miles de miembros de organizaciones campesinas de México y otros 40 países fueron interceptados por la Policía Federal mexicana. Simultáneamente,  dentro del espacio de negociación de la COP 16 se realizaba una conferencia de prensa y una posterior protesta en la que denunciaron la inaccesibilidad y la naturaleza injusta de las conversaciones.
 
En la marcha, los pueblos indígenas indicaron que tienen tres pilares que deben ser garantizados y aplicados en el acuerdo final de Cancún:
 
• Respeto pleno a los derechos contenidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
• Respeto al derecho al Consentimiento Libre, Previo e Informado.
• Reconocimiento y protección para el conocimiento tradicional de los pueblos indígenas, como base para la generación de soluciones efectivas al cambio climático.
 

También plantearon el rechazo al mercado de carbono por ser una falsa solución al cambio climático. Dejando establecido que la Madre Tierra no es un objeto de comercialización y que los bosques no pueden ser parte de ningún programa basado en la compensación en el mercado de carbono.

 
PARA BOLIVIA Y PARA EL MUNDO, LEY DE DERECHOS DE LA MADRE TIERRA
Katu Arkonada
El 7 de diciembre de 2010 pasa a ser un día de referencia global, pues mientras en Cancún los intereses políticos y económicos de los países industrializados se imponen en las negociaciones oficiales de la COP16 agravando la crisis climática, y en la calle miles y miles de personas, campesinos, agricultores, indígenas y activistas, se manifiestan para salvar el planeta, en el Estado Plurinacional Comunitario de Bolivia se aprueba la Ley de Derechos de la Madre Tierra.
 
La ley define a la Madre Tierra como el sistema viviente dinámico conformado por la comunidad indivisible de todos los sistemas de vida y los seres vivos, interrelacionados, interdependientes y complementarios, que comparten un destino común. En su versión corta consta de tres capítulos y diez artículos, en los que se consagran los principios de la misma (armonía, bien colectivo, garantía de regeneración, respeto y defensa de los Derechos de la Madre Tierra, no mercantilización e interculturalidad).
 
Asimismo se la declara sujeto colectivo de interés público, y dota a todas las bolivianas y bolivianos de los derechos establecidos en la ley, al formar parte de la comunidad de seres vivos que componen la Madre Tierra, de forma compatible con sus derechos individuales y colectivos.
 
La ley define tanto los Derechos de la Madre Tierra (a la vida, a la diversidad de la vida, al agua, al aire limpio, al equilibrio, a la restauración y al derecho a vivir libre de contaminación) como los deberes del Estado Plurinacional, especialmente en lo que respeta al desarrollo de políticas públicas en defensa de la Madre Tierra, así como  formas de producción y patrones de consumo equilibrados y bajo la perspectiva del Vivir Bien, además de demandar el reconocimiento de la deuda ambiental a través de financiamiento y transferencia de tecnologías limpias, y promover la paz y la eliminación de las armas nucleares.

Finalmente se crea Defensoría de la Madre Tierra, cuya misión es velar por la vigencia, promoción, difusión y cumplimiento de los derechos de la Madre Tierra establecidos en la ley.

CUMBRE EN CANCÚN: BOLIVIA ESPERA QUE SE REVIERTA EL FRACASO

Por Ricardo Bajo H. 
Enviado especial a Cancún
DIARIO CAMBIO, LA PAZ.-                                      
 
Llegó el día de la gran marcha en Cancún. Lamentablemente, no puede ser una manifestación unitaria, pues las organizaciones sociales mexicanas y extranjeras —divididas ya en tres campamentos alternativos a la Cumbre oficial— no llegaron a un acuerdo. Así, KlimaForum y Diálogo Climático marchan por el centro de la ciudad y Vía Campesina lo hace hacia el centro de convención oficial, el hotel Moon Palace.
 
Son las 09.00 y unas 3 mil personas parten del campamento hacia la zona hotelera de Cancún. Rondan los 30 grados y los marchistas se han aprovisionado de agua y sándwiches. A medida que la gente camina, se van incorporando nuevas organizaciones. Abre la manifestación la delegación internacional de Vía Campesina y detrás de esa media docena, el centenar de bolivianos del Pacto de Unidad, con sus banderas bolivianas, wiphalas y la música de los sicuris paceños de Cota Cota Bajo, Banda Joven. Cierran la marcha dos buses con malabares, tambores, un sound system con música ‘reggaemuffin’ y cantante rapeando en el techo: un túnel del tiempo hacia los años 60 hippies y su famoso lema el “haz el amor y no la guerra”.

La marcha es multi culti, eso nadie lo duda, entre zampoñas bolivianas, indígenas de media América Latina, militantes estadounidenses contra el mercado de carbono gritando en inglés, jóvenes mexicanos anarquistas y la ‘fauna y flora’ habitual de los encuentros antiglobalización.
Después de 45 minutos y ya a las afueras de una ciudad que vive de espaldas a la Cumbre del Cambio Climático y sus contramanifestantes, los marchistas se suben a los buses para avanzar más rápido. Después de media hora, vuelta a la ruta, a caminar otra vez. Supuestamente estamos más cerca. Pero caminamos cuatro horas más con coros, gritos y consignas en defensa de la naturaleza y constantes alusiones a respetar los acuerdos de Tiquipaya y al presidente Evo Morales, que son la referencia. Incluso para militantes de Estados Unidos que pronuncian a la perfección las siglas en inglés REDD (Programa de las Naciones Unidas para la Reducción de Emisiones de Carbono) pero tienen dificultades para corear el hit de la marcha: “REDD no, Cochabamba, sí”.
 
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