Colombia: El tratado bilateral no le conviene al país
A marchas forzadas y bajo la presión del inicio de las
negociaciones, el gobierno colombiano está culminando
lo que ha denominado el mapa de las negociaciones del
tratado bilateral de libre comercio con Estados Unidos.
Estas negociaciones, que en el breve lapso de 16 días
de reuniones efectivas durante 9 meses, definirán la
estructura económica del país para las próximas
décadas. A estas alturas, cuando la opinión pública no
conoce las posiciones que el gobierno sostendrá en las
mesas, ya el ministro está afirmando no que defenderá
vigorosamente los intereses nacionales sino que el
mayor peligro es que las negociaciones fracasen y el
jefe del equipo negociador Hernando José Gómez esta
preocupado por asegurar la "confidencialidad" de las
mismas. Los países andinos a última hora tratarán de
unificar posiciones y mientras tanto Estados Unidos ya
presentó un proyecto de tratado y con sus 60
negociadores encabezados por la que se ha calificado de
una "dura negociadora" se aprestan a imponer todos sus
criterios.
Colombia, por la inferioridad abrumadora de su aparato
productivo, no está, ni lo estará en mucho tiempo,
preparada para integrarse a la economía estadounidense
a menos que lo haga en calidad de satélite, fuente de
mano de obra barata, receptor pasivo de inversión en
recursos naturales, exportador de productos básicos sin
valor agregado y sobre la base de la perdida de la
soberanía y de la capacidad del Estado de promover el
desarrollo. Los países andinos carecen de la
potencialidad negociadora que les daría la coordinación
y los esfuerzos de integración subregional han sido
aplazados por enésima vez hasta el fin de las
negociaciones con Estados Unidos al cabo del cual se
limitarán a adaptarse al nuevo tratado.
Mientras tanto las organizaciones populares están
promoviendo una importante protesta en contra del TLC
en Bogotá, Cartagena y Barrancabermeja, el 18 de mayo,
día de inicio de las negociaciones. Los dias 16 y 17
los representantes de los pueblos de los países andinos
se reunirán para avanzar en la coordinación de sus
luchas.
Al tiempo que apoyamos estas protestas, exigimos que se
suprima la confidencialidad de la negociación, que se
de a conocer el texto del proyecto estadounidense y el
contenido exacto de las posiciones que el gobierno
colombiano presentará en la mesa.