ALCA/IIRSA, Plan Colombia y el Eje de Desarrollo Occidental

2004-04-29 00:00:00

El Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN, enero
1994), el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA,
diciembre 1994), el Plan Colombia (1999), la Integración de la
Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA, septiembre 2000) y
el Plan Puebla Panamá (PPP, marzo 2001) son distintos elementos
estructurantes de la política hegemónica de los Estados Unidos
para las Américas y el Caribe.

El TLCAN y el ALCA no son expresiones de simples acuerdos
aduanales y de flexibilización jurídica para la búsqueda de un
ingenuo libre comercio, ni el PPP ni el IIRSA son sólo ejes de
integración propuestos para México, América Central y América del
Sur, ni mucho menos el Plan Colombia se agota en asesorías
técnico-militares y financiamientos antinarcóticos, o en acciones
contra la subversión colombiana. Todo lo contrario son cinco
piezas engranadas dinamizadoras de una misma realidad impuesta por
la óptica imperial para la dominación y el saqueo de los pueblos
americanos. Esta compleja realidad es la integración para y desde
los Estados Unidos, es la nueva organización de su Patio Trasero
en tiempos de la globalización. Por esta razón el Gobierno de los
Estados Unidos propone que los ordenamientos jurídicos de cada uno
de los 34 países comiencen desde ya a adaptarse a "las
obligaciones del acuerdo del ALCA"1. De esta manera se entronizará
definitivamente en América "el orden jurídico internacional
liberal"2.

Es en esta realidad compleja desde donde se comienza a pensar la
política y la cotidianidad del país y América toda, y no
simplemente la angustia de que si Chávez se queda o se va, o si la
explotación de más carbón o la devolución de Carbones del Zulia,
S.A. (CARBOZULIA) a la Corporación para el Desarrollo de la Región
Zuliana (CORPOZULIA) asegurará algún dinero extra para repartir a
los zulianos, o si el gas de la Plataforma Deltana transportado
desde un enorme gasducto hacia los Estados Unidos servirá también
para el consumo de los hogares zulianos.

Es más, el problema no es solamente si la Plataforma Deltana se
la regaló o no el Ministerio de Energía y Minas a las
corporaciones multinacionales, el problema está en que éstas
corporaciones y los Estados Unidos, se proponen a través del ALCA
o el TLCAN el control de todos nuestros hidrocarburos (más allá de
los artículos 153 y 303 de la Constitución del año 1999), es decir
la pérdida definitiva de la soberanía nacional sobre cualquiera de
nuestros recursos naturales energéticos, mineros, agua, bosques,
suelos, ríos, entre otros. Recursos estos en verdad donde se
encuentran las asediantes miradas controladoras de las
corporaciones multinacionales, que dicho sea de paso, son nuestras
únicas riquezas que tienen valor estratégico para el gran capital
en este nuevo contexto mundial.

Para los Estados imperiales, muy en especial para los Estados
Unidos, las realidades sociales no se asumen en forma aislada, no
es que lo económico va por un lado y lo militar o político por
otro, al contrario, se compaginan en acciones complejas; por
ejemplo, cuando empresarios estadounidenses se proponen invertir
en un país determinado de Europa, África o América, no van sólo
con una mera propuesta de inversión económica, como suele hacer
cualquier inversionista de un Estado no imperial como Venezuela,
ellos llevan todo una visión estratégica hegemónica de Estado, en
donde está presente también lo militar, y si es un país de América
por supuesto la intervención del Comando Sur de los Estados
Unidos, como es el caso de la empresa Minera MAICCA, C.A.,
conformada por capitales norteamericanos de la empresa TransMar
Coal y japoneses de la empresa Tomen, que el 23 de mayo de 1996 en
el despacho del Ministerio de Relaciones Exteriores le proponen a
los representantes del Gobierno del Presidente Rafael Caldera y de
CORPOZULIA a través de un documento escrito explotar carbón en el
piedemonte de la Sierra de Perijá (en tierras de los indígenas
Barí) y la construcción de una infraestructura vial sobre Río de
Oro para sacar también carbón por Venezuela desde minas a explotar
del lado colombiano y, aseguran, en dicha reunión su firme
compromiso y disposición de construir dos bases militares y
financiar su personal del Ejército y de la Guardia Nacional para
frenar así el avance de la subversión y el hampa común en la zona
fronteriza de los ríos Aricuaizá y Oro3.

La Embajada de los Estados Unidos en Venezuela a través de su
embajador señor Jeffrey Davidow presiona al Ministro de la
Defensa, para aquel entonces el General de División (Ej) Moisés
Orozco Graterol, para que agilice los permisos pertinentes para
poder ocupar la empresa Minera MAICCA, C.A. los territorios
solicitados en el piedemonte de la Sierra de Perijá, el Ministro
Orozco Graterol le promete a los cuatro días, a través del Oficio
No. DS-3289 de fecha 30 de abril de 1996, la entrega del permiso,
una copia de este documento oficial es remitida por el señor
embajador a la empresa carbonera el día 4 de mayo de 1996. Dos
años después, el 12 de febrero de 1999 el entonces Embajador de
los Estados Unidos en Venezuela, señor John F. Maisto aparece en
un artículo de prensa del diario El Mundo, página 7, con un
ejecutivo de la empresa Transportes Coal-Sea de Venezuela, C.A.
(TCSV), que tiene arrendado el puerto carbonero de CORPOZULIA, a
orillas del Lago de Maracaibo, cuyos accionistas son los mismos de
las empresas carboneras Minera MAICCA, C.A. y COSILA, de capitales
australianos, entregando un cheque de 275.000 dólares americanos
donado por la Agencia de Estados Unidos para el Comercio y el
Desarrollo (TDA), para la construcción de una vía ferroviaria
mina-puerto denomina por el embajador Maisto "Línea Ferroviaria
Occidental", hoy "Red Ferroviaria Occidental" por el Instituto
Autónomo de Ferrocarriles del Estado (IAFE) en el Plan Ferroviario
Nacional.

Esta misma empresa durante los años 97-98 ejerció una feroz
presión, (como hoy lo vienen haciendo al interior del nuevo
Gobierno), hacia los ministros de Energía y Minas, Ambiente y
Defensa, así como hacia el General Ovidio Jesús Poggioli, Jefe del
Teatro de Operaciones No. 2, para aquel entonces, para que les
dotara de radios de comunicación con el Ejército y le permitiera
ser acompañados de varios soldados para poder accesar al interior
de la Sierra de Perijá por el temor de ser rechazados nuevamente
por los indígenas. El 16 de diciembre de 1998 con vigilantes
privados de la policía empresarial Servicio Autónomo de Vigilancia
Empresarial del Estado Zulia (SAVEZ), perteneciente a la
estructura policial de la Gobernación del estado Zulia, ejecutas
acciones violentas contra un grupo de mujeres, niños y hombres de
la etnia indígena Barí cuando estos hicieron acto de presencia en
la base minera de la empresa MAICCA ubicada en instalaciones de la
hacienda Santa Inés solicitándoles desocupar la zona y
manifestando su firme disposición de no permitir su acceso a su
territorio4. Esta posición de los indígenas es la misma actitud
ante los proyectos mineros de CORPOZULIA, Tukuko-Aricuaizá y Río
de Oro, que cubren una superficie de 125.956,80 hectáreas del
piedemonte de la Sierra de Perijá.

Hoy de nuevo gestionan, acompañados de otros accionistas
extranjeros y personeros de CORPOZULIA/CARBOZULIA, al interior de
las mismas instancias ministeriales, permisos para accesar al
territorio indígena y conspiran, conjuntamente con el Ministerio
de Energía y Minas y otros factores de la Comisión Nacional de
Demarcación del Hábitat y Tierras de Pueblos y Comunidades
Indígenas, contra la posibilidad de que estas tierras y otras
solicitadas por los Wayúu en Cachirí y Socuy entren dentro de los
lotes de tierras a otorgar por el Estado venezolano en
cumplimiento a la Ley de Demarcación y Garantía del Hábitat y
Tierras de los Pueblos Indígenas (enero 2001), la Constitución de
la República Bolivariana Venezuela (diciembre 1999) y de convenios
internacionales de rango constitucional.

El ALCA y El TLCAN son la misma cara de la moneda

El modelo de desarrollo que trata de negociar los Estados Unidos
y las corporaciones multinacionales desde el ALCA, llámese
borradores de acuerdos del 3 de julio de 2001, del 1 de noviembre
de 2002 o del 21 de noviembre 2003, no sólo busca en nuestros
países que "las trabas en el comercio y en la inversión serán
eliminadas progresivamente"5. Busca sobre todo imponerles a los
pueblos a través de acuerdos firmados con su Gobierno de turno un
modelo exógeno de desarrollo en donde los únicos beneficiados
serán las grandes corporaciones multinacionales que gobiernan a su
antojo los capitales y el comercio en el mundo.

Para el intelectual estadounidense James Petras los mercados
mundiales no son competitivos, pues en gran medida están formados
por los monopolios de los Estados Unidos y Europa que los dominan,
a través de las principales 238 compañías y bancos de los EE.UU y
las 153 de la Unión Europea. Las materias primas que saquean (80%
de las principales compañías de petróleo y gas son propiedades
estadounidenses o europeas); 5 de los 10 principales bancos son
estadounidense, 6 de las 10 principales compañías farmacéuticas
y/o biotecnologías, 4 de las 10 principales compañías de
telecomunicación, 7 de las principales compañías de tecnología de
la información, 4 de las principales compañías de petróleo y gas,
9 de las 10 principales compañías de software, 4 de las 10
principales compañías de seguros y 9 de las 10 principales
compañías de comercio minoritario; de las 10 principales compañías
del mundo 90% son propiedad estadounidense; de las principales 25,
72% son propiedad estadounidense, de las principales 50, 70% son
propiedad estadounidenses y de las principales 100, 57% son
propiedad estadounidense; África y América latina están ausentes
de la lista y los llamados tigres asiáticos tienen 3 compañías
entre las principales 500, menos del 1%. Esta realidad es lo que
"define la naturaleza imperial de la economía mundial"6.

El modelo propuesto por el ALCA tiene a finales de los años 80
sus antecedentes en los llamados "Ajustes Estructurales" que el
Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional le impusieron a
los países llamados en desarrollo para la apertura de sus
mercados, bajo los lineamientos de los intereses de los Estados
Unidos y corporaciones transnacionales, posteriormente la presión
pasó al terreno del GATT (Acuerdo General sobre Comercio y
Aranceles), convertido ahora en la Organización Mundial del
Comercio (OMC), luego se traslada a las negociaciones regionales
del TLCAN (Estados Unidos, Canadá, México y Chile) y ahora al
ALCA.

Estados Unidos acosa a los gobiernos de cada país y lo que no
puede obtener en las negociaciones del ALCA lo quiere ganar en la
OMC; y lo que no puede sacar de ninguno de los dos lo busca con
una negociación regional o bilateral, o a través de inteligentes
financiamientos o asesoramientos a ejecutivos ministeriales, a
diplomáticos, académicos, militares, ejecutivos de la empresa
privada y la banca y representantes de instituciones financieras
multilaterales.

Bajo este contexto, podemos entender las afirmaciones emitidas
por el actual Secretario General de la Comunidad Andina, Allan
Wagner Tizón en Washington, 3 de marzo de 2004 "El objetivo, como
decía, es poder poner a disposición de los países todos los
elementos para esas negociaciones del TLC con EE.UU.,
especialmente (…) Ahora estamos visitando a los amigos. En este
sentido hemos venido a Washington para visitar al Banco
Interamericano de Desarrollo, al Banco Mundial, al Gobierno de los
EE.UU. y también a la OEA (…) Con el Banco Mundial también hemos
focalizado especialmente lo que es el estudio de los procesos de
integración regional – en este caso, concretamente el andino - (…)
Con los Estados Unidos se está negociando tanto el TLC como el
ALCA (…) He tenido reuniones en la Casa Blanca, con el
Departamento de Estado y con el administrador de la AID (…) Hemos
quedado en trabajar a través de la Embajada de los EE.UU. en el
Perú, con el señor Curt Stubart, que hace poco fue Secretario
Adjunto para Asuntos Interamericanos en el Departamento de Estado
y que es un buen amigo de la integración"; al final de la nota de
prensa, el señor Wagner Tizón en Washington termina dándoles las
gracias al Presidente del BID, Enrique Iglesias, por haberle
permitido reunirse con el y por otorgarle "un almuerzo con el
Directorio del Banco"7. El actual presidente de la Comunidad
Andina de Naciones (CAN) fue canciller del Gobierno del actual
Presidente del Perú, esto lo explica todo dado la sumisa posición,
como la del actual presidente de Colombia, con el señor Bush y su
administración. Estas posiciones nos obligan a considerar como
esta iniciativa de integración regional se mueve bajo la sombra
del ALCA.

Recordemos que Estados Unidos ha plateado firmar un Tratado de
Libre Comercio (TLC o FTA) con cuatro repúblicas andinas,
beneficiarias del Acuerdo de Preferencias Andinas (ATPA, que
expira el 12/06), Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia, por lo que
"la agencia interinstitucional Trade Policy Staff Committee (TPSC)
mantendrá una Audiencia Pública y demandará comentarios del
público para asistir a la Oficina del Representante del Comercio
de los Estados Unidos (USTR) en ampliar y clarificar los objetivos
de negociación del acuerdo propuesto". Estos comentarios tendrán
como fecha tope para formularse por escrito el "30 de marzo de
2004" ya que "La Audiencia tendrá lugar en Washington D.C. a
partir del 17 de marzo de 2004 y continuará hasta los días
subsiguientes que sean necesarios la audiencia"8.

Según Peter Rosset, Codirector de Food First-Instituto de
Políticas de Alimentación y Desarrollo, Estados Unidos, desde que
1994 entró en vigor el TLCAN, "el porcentaje de la población
mexicana que vive en la miseria aumentó de forma exorbitante y se
ha producido una quiebra general de las pequeñas y medianas
empresas y, como resultado, la pérdida masiva de empleos. Por si
fuera poco, el campo ha sido inundado con maíz importado de
Estados Unidos a precios subsidiados por el gobierno
estadounidense, de tal manera que centenares de miles de
campesinos ya no pueden competir en el mercado de maíz -alimento
básico del pueblo mexicano- y han sido obligados a abandonar sus
tierras"9.

Según la Oxfam International, el ALCA no le da respuesta al
cuadro de pobreza que presenta Latinoamérica, al contrario podrían
profundizar aún más el cuadro de desigualdad y exclusión en la
región, pues según datos de la CEPAL/IICA (Panorama de Agricultura
de América Latina y el Caribe 1990-2000, 12/01) "En América Latina
y el Caribe, alrededor de 123 millones de personas viven en las
áreas rurales (25% del total de la población) y dependen directa o
indirectamente de la agricultura. De estos, 77 millones (63.7%)
viven en la pobreza, 47 millones de ellos en extrema pobreza. En
los EE.UU. y Canadá también existe un gran número de pequeños
productores que viven en la pobreza. En EE.UU. el 14.2% de la
población rural es pobre, y más de 500 pequeñas empresas agrícolas
van a la quiebra cada semana" debido a la política encaminadas a
subsidiar a los grandes productores de tal forma que los "US$ 180
mil millones" aprobados por la Ley Agrícola (2000) son casi en su
totalidad asignadas a las grandes empresas agrícolas, "el 60% de
los pagos directos se destina a tan sólo un 10% de empresarios
agrícolas, que son dueños de enormes operaciones comerciales (…)
los barones del algodón del Oeste de Texas, quienes obtuvieron US$
3,600 millones el año pasado en subsidios, más de lo que
recibieron por vender algodón"10.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es la
ruina de los campesinos e indígenas: México, uno de los grandes
países agrícolas del mundo, ha puesto gran parte de su
alimentación en manos extranjeras: se importa el 95% de las
oleaginosas, el 40% de la carne, el 30% del maíz y el 50% del
arroz. El maíz, el principal alimento de los mexicanos, provino de
EE.UU. en el 2001 en una cantidad igual a 6 millones 148 mil
toneladas. En los primeros ocho años de vigencia del Tratado,
hasta el 2002, se dejaron de sembrar 1,6 millones de hectáreas de
maíz, fréjol, trigo, arroz, soya y algodón.

Entre 1994 y 2001 México elevó sus compras de productos
agropecuarios y agroalimentarios extranjeros en 44%. Por su parte,
Estados Unidos ha elevado significativamente sus ventas a México;
por ejemplo, las de frutas frescas y secas en 205%. Para algunos,
los productores de fruta han sido beneficiados por el TLCAN, pues
desde la entrada en vigor del tratado, las exportaciones de frutas
a EE.UU. aumentaron 76%. Sin embargo, entre 1994 y el 2000 las
importaciones de conservas vegetales alimenticias tuvieron un
incremento de 77% y las de frutas conservadas y deshidratadas
300%. Esto quiere decir que México exporta un poco más de fruta,
pero EE.UU. se la devuelve procesada11.

Según la Oxfam, el dumping agrícola en México ha bajado
mundialmente el precio de algunos granos y ha arruinado a los
campesinos e indígenas mexicanos y del mundo "las importaciones de
granos básicos en México durante el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) se han duplicado, creciendo entre 1994 y
2001 en 110 millones de toneladas, con un valor de US$ 18,500
millones. En el caso del maíz, México importa un promedio de 6
millones de toneladas anuales comparados con 2.5 millones de
toneladas antes del TLCAN. El precio del mercado de granos ha ido
bajando y los precios reales al productor han caído entre un 35% y
un 60%. Hoy el precio al productor de maíz es de US$ 80 por
tonelada, sin embargo sus costos de producción son de US$ 120 por
tonelada"10.

Con el TLCAN México ha entrado en un proceso de compra-venta "ha
producido la compraventa de ferrocarriles y carreteras, lo que se
ha venido extendiendo rápidamente, mediante iniciativas y
proyectos de privatización formal y/o de facto, hacia el sistema
bancario y de pensiones, puertos, aeropuertos; telecomunicaciones;
espacio satelital; sistemas de almacenamiento, distribución y
tratamiento de agua y granos; gas; electricidad y petróleo,
etcétera. Inclúyase, además de los hidrocarburos, otros recursos
naturales que, desde la firma del tratado, han sido intensamente
transferidos bajo la "nueva" lógica del comercio internacional a
precios de "socio comercial". Me refiero a recursos como madera y
celulosa para la producción de papel, fibras, chicle, látex y
demás biodiversidad de interés comercial, incluyendo su capacidad
como "banco de genes" al servicio de las multinacionales
biotecnológicas y afines"12.

Para la cúpula empresarial de Estados Unidos ha sido tan
importante el TLCAN con México que "el entonces vicepresidente de
EU, Albert Gore, expresó poco antes de que el tratado fuera
aprobado en el Congreso de su país: 'TLCAN es tan importante para
nosotros como la compra de Luisiana y la compra de Alaska"13.

El ALCA y el IIRSA son las dos caras de la misma moneda

Para concretar el comercio en las Américas, las empresas
multinacionales y los Estados Unidos necesitan todo un sistema
complejo de infraestructura denominado desde México hasta Panamá
"Plan Puebla Panamá" (PPP) y en América del Sur "Integración de la
Infraestructura Regional Suramericana" (IIRSA) "los temas y los
marcos conceptuales para el desarrollo de la infraestructura
regional están poniéndose en práctica a través de dos imp