Luchas por la tierra y construcción de alternativas
Los problemas de los campesinos son iguales en todo el mundo,
tenemos el mismo enemigo: el modelo agroexportador neoliberal que es
perverso, concentra la tierra, la tecnología, destruye la naturaleza,
excluye a los campesinos. Con estas palabras inició su intervención
Jaime Amorío, representante del Movimiento Sin Tierra de Brasil, en
la tercera reunión plenaria llevada a cabo el 7 de diciembre en la
que se abordó las luchas por la tierra y recursos y construcción de
alternativas. En el evento también intervinieron el dirigente
campesino francés José Bové, el coordinador de Vía Campesina Henri
Saragih, de Indonesia, el africano Ousmane Diallo de Malí; y la
polaca Aleksandra Wesolowska, en representación de los consumidores.
Amorín puso los ejemplos de la soya, la caña de azúcar y el cultivo
de pinos y eucaliptos, en los que Brasil es uno de los mayores
exportadores, para ilustrar la perversidad del modelo agroexportador.
Las plantaciones de pinos y eucaliptos para la obtención de celulosa
eliminan la fauna, provoca sequías, resta terrenos para la
producción alimentaria. Las plantaciones de soya transgénica
utilizan peligrosos fertilizantes y pesticidas, contaminan el
ambiente, fomentan el monocultivo.
Refiriéndose a la Reforma Agraria, el representante del MSR dijo que
ésta no es una cuestión técnica ni económica sino que depende de la
voluntad política, La aplicación de la misma es urgente para resolver
el problema del hambre, para organizar un nuevo modelo agrícola que
tenga como base la soberanía alimentaria, para pagar la deuda
histórica del capitalismo con los campesinos, los pueblos indígenas y
las comunidades negras, para evitar la privatización del agua y
proteger las semillas que son patrimonio de la humanidad, enfatizó.
Planteó además la necesidad de una distribución amplia y masiva de la
tierra; proceso que debe ir acompañado con asistencia técnica,
capacitación, desarrollo de tecnologías, nuevas relaciones de género,
rescate de la cultura campesina, planes de vivienda, educación y
salud.
El dirigente campesino de la Confederación Campesina de Francia, José
Bové, enfatizó la necesidad de que la agricultura salga del ámbito
de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y se refirió a los
procesos de resistencia de los movimientos campesinos tanto en el sur
como en el norte del planeta. Mencionó dos fechas claves a tener en
cuenta; el 17 de abril que es el día mundial de la lucha campesina en
recordación a una masacre de campesinos sin tierra de Brasil y el 10
de septiembre, día en que el campesino coreano de apellido Lee se
suicidio durante la reunión de la OMC en Cancún.
Por su lado, el nuevo coordinador de Vía Campesina, Henri Saragih,
se refirió a los intentos de criminalizar a los movimientos
campesinos y a la violencia que sufren en todo el mundo. Resaltó la
necesidad de que la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas
discuta y apruebe una Carta de Derechos de los Campesinos, a la vez
que elabore un informe anual sobre las violaciones de los derechos
humanos en el campo.
Protesta en el puerto de Valencia
Cerca de un centenar de militantes de Vía Campesina y del colectivo
Per L’Horta (Por la Huerta), que asisten al FMRA, efectuaron, en
las primeras horas del 7 de diciembre, una protesta singular en el
puerto de Valencia para llamar la atención sobre el desalojo de los
campesinos horticultores por parte de una empresa que almacena
contenedores. Los dirigentes campesinos como José Bové, Paúl
Nicholson y otros se encadenaron a una de las puertas de las bodegas
del puerto impidiendo la entrada y salida de vehículos por el lapso
de una hora y media, mientras activistas ecologistas penetraban a las
instalaciones y desplegaban telas alusivas a la ilegalidad de esta
posesión que desplazó a decenas de campesinos valencianos. Esta
acción simboliza la lucha contra la ocupación de las tierras
agrícolas que progresivamente van destruyendo e imposibilitando el
desarrollo de una economía campesina local, dijo Bové. Durante esta
acción, se escucharon gritos como “reforma agraria justa y necesaria”
y “alimentos importados, campesinos desplazados”.
Francisco Cortez saldrá libre
Horas antes, se recibió con satisfacción la noticia de que un
tribunal de justicia de La Paz, Bolivia, dictaminó la libertad bajo
fianza del dirigente campesino colombiano Francisco Cortez, que se
encuentra encarcelado desde hace 20 meses acusado de los delitos de
“terrorismo, organización criminal contra el Estado y narcotráfico”.
Cortez, que es dirigente de la Asociación Nacional de Usuarios
Campesinos Unidad y Reconstrucción (ANUC-RN), salió de Colombia luego
de ser amenazado de muerte y se trasladó a Bolivia en busca de
refugio. Allí fue apresado junto con los campesinos bolivianos que
lo alojaban, luego se lo mantuvo aislado en una prisión de alta
seguridad. La Vía Campesina ha desplegado una campaña de
solidaridad por su libertad denunciando que se trata de un
injustificado apresamiento con tintes políticos. Con el dictamen
judicial, Cortez podrá recuperar su libertad, pero deberá cancelar
una fianza de 12.500 dólares y no podrá salir del país.