Intoxicación temporeras

2005-12-01 00:00:00

La Asociación Provincial de Mujeres Rurales e Indígenas de la Provincia de Llanquihue, "LLANMURI, junto a ANAMURI, declaran a la opinión pública, su dolor y profunda preocupación ante la tragedia ocurrida en el Lago Maihue, X Región, que dejó un saldo de 6 muertos y 19 desaparecidos, producto del volcamiento de una lancha, la mayoría de ellos jóvenes estudiantes mapuches que regresaban a Futrono, donde se encuentra el internado en el que estudian.

Y desde las bases de nuestra organización, asentados en los rincones más apartados del país, enviamos un fraterno y solidario abrazo a los familiares de las víctimas.

En aquella lancha, quedaron truncos los sueños y los proyectos de los y las adolescentes que, debido a las pocas posibilidades de estudio, cada fin de semana debían retornar a Futrono para terminar su educación formal. El gobierno que ha desplegado una serie de medidas, que tienen más de spot publicitario, ha pedido que no se busquen culpables, que por ahora lo importante es rescatar a los sobrevivientes.

La salida mediática, busca que nadie cuestione las profundas implicancias que se esconden detrás de este drama, que hoy tiene a decenas de humildes familias mapuche, sumidas en la tristeza.

Una vez más, son los pobres, las familias marginadas del modelo económico, que se vende como todo un éxito en el extranjero, quienes tienen que pagar caro el prestigio de Chile en el ámbito internacional. Son los más postergados quienes tienen que viajar kilómetros y kilómetros para poder estudiar, porque en sus localidades no hay expectativas. La "modernidad" y el "crecer con igualdad" no llegan a los rincones más alejados del país, no alcanzan a tocar con su varita mágica a comunidades como Rupameica y Hueinahue. Las comunicaciones de un mundo globalizado no alcanza para quienes vivimos en la ruralidad.

Según las declaraciones de los habitantes de Futrono, no es la primera vez que algo así sucede; ya se lamentó la muerte de un escolar en las mismas circunstancias.

Aquí hay responsables y deben responder. Son los que hacen que nuestros hijos e hijas deban abandonar sus hogares para seguir con sus estudios, son los que los hacen viajar en condiciones precarias, vivir en condiciones nada de dignas, y sobrevivir a un mundo controlado por poderes fácticos que solo buscan llenar gráficos con números para mostrar su éxito.

La vida de los pobres, de las y los marginados pareciera no tener valor, mientras millones de niños y niñas en Chile se levantan cada mañana al alba y recorren kilómetros a pie, a caballo o en lanchas para llegar hasta sus escuelas, en las grandes ciudades se sigue transmitiendo el cotidiano discurso de un Chile globalizado y moderno.

LLANMURI y ANAMURI, exigen justicia para nuestros hijos e hijas, exigimos condiciones dignas para que ellos, que son nuestro presente y nuestro futuro, puedan alcanzar sus sueños y concretar sus proyectos.

Noviembre 28 de 2005.