Mentiras y medias verdades de la barbarie guerrerista de Bush

2003-03-21 00:00:00

Alguien dijo alguna vez que la primera baja en una guerra es la verdad y lo que
hoy viene sucediendo no es la excepción. La verdad ha venido siendo lapidada
desde mucho antes de que empiece el bombardeo a Irak. Las mentiras y medias
verdades que han venido vociferando George W. Bush y los halcones de la Casa
Blanca, resultan en realidad una ofensa a la inteligencia de la humanidad;
inteligencia y sentido común por la que sólo muestran un desprecio propio de
quien se sabe el todopoderoso y ha hecho de la fuerza su única ley.

La primera gran mentira es Bush, Blair, Aznar y compañía es afirmar que ésta es
una "guerra para la liberación de Irak". En primer lugar, lo que el mundo ve
con estupor e indignación está lejos de ser una guerra propiamente dicha. Lo
que hoy se está cometiendo contra el pueblo de Irak, es en realidad un verdadero
genocidio, una masacre, una abominable carnicería contra una nación cuya
población padece uno de los mayores índices de pobreza, hambre y desnutrición.

En segundo lugar, esta masacre no es para "liberar al pueblo de Irak". Destruir
un país y someterlo a la voracidad del imperialismo norteamericano que busca
apoderarse de su inmensa riqueza petrolera no significa libertad. No se
necesita tener un conocimiento profundo de la realidad energética del mundo,
para saber que Irak posee la segunda más grande reserva del petróleo mundial.
Tampoco, para saber que las reservas de Estados Unidos se agotarán en unos pocos
años y que el imperio requiere del petróleo de los árabes, para satisfacer sus
necesidades. Bush y sus halcones han afirmado que esta es una "guerra para
desarmar a Sadam Hussein, pues representa un peligro para la humanidad". Otra
mentira más grande que la fortuna que la familia de Bush ha amasado en el
negocio de sus empresas petroleras. Después de la Guerra del Golfo, Irak perdió
el gran poderío militar que tenía antes de 1990. El bloqueo económico,
comercial y militar al que fue sometido después de 1991 por las Naciones Unidas,
contribuyó a debilitar el potencial militar de las fuerzas armadas irakíes.

¿Es Sadam Hussein un peligro para la humanidad?. Más que eso, el dictador irakí
y ex aliado de Estados Unidos, representa una traba para las intenciones del
imperio norteamericano de apoderarse del petróleo de Irak. ¿Quién es más
peligroso para la paz del mundo, un dictador aislado y debilitado o un
aventurero e ilegítimo presidente que posee el arsenal más poderoso y peligroso
del mundo?. ¿Quién tiene su fuerza armada diseminada por todo el mundo?.
¿Quién gasta miles de millones de dólares en desarrollar una tecnología de la
muerte para llevar la guerra allí donde su voracidad y sus intereses de turno le
requieran?.

Además, qué país ha sido el que ha sometido a las naciones más pobres del mundo
a invasiones, ataques, promovido golpes de estado y asesinatos de gobernantes
que no respondían a sus intereses?. No está de más refrescar la memoria con los
países que Estados Unidos ha bombardeado durante el siglo XX y XXI: China en
1945-46 y 1950 y 1953, Korea en 1950-53, Guatemala en 1954, 1960 y 1969;
Indonesia en 1958, Cuba en 1959-60, Congo en 1964, Perú en 1965, Laos en 1964-
73, Vietnam en 1961-73, Camboya en 1969-70, Grenada en 1983, Libia en 1986, El
Salvador en 1980, Nicaragua en 1980, Panamá en 1989, Irak en 1991-2003, Sudán en
1998, Afganistán 1998 y 2001, y Yugoslavia en 1999. Esto nos lo dice la
historia. Por último, cuál ha sido el único país del mundo que usó la bomba
atómica contra Nagasaki e Hiroshima? ¿Pueden los Estados Unidos y su todo
poderoso arsenal de la muerte ser una garantía para la paz del mundo?.

¿Es esta una guerra contra el llamado terrorismo internacional? ¿Son los árabes
y musulmanes los únicos responsables de este flagelo?. Dos grandes mentiras
más. Este irracional ataque contra Irak va a provocar una también irracional
respuesta de los grupos islámicos más radicales, que se traducirán en atentados
terroristas tan injustificables como las agresiones imperialistas. Además, no
hay que olvidar que han sido los Estados Unidos quienes se encargaron de
procrear a los dictadores que hoy quieren exterminar.

¿Quién sino Estados Unidos engendró a Bin Laden, a quien entrenaron para
combatir a la ex Unión Soviética durante la invasión a Afgasnistán en la década
de los 80?. ¿Quién sino Estados Unidos proporcionó tecnología militar y
millones a Sadam Hussein para fabricar armamento nuclear y armas químicas,
durante la guerra de Irak contra Irán y los Kurdos entre 1980 y 1988?. De
manera que ésta es también sino otra mentira de Bush, una verdad a medias.
Tanto o igual como aquella que Estados Unidos es el gran defensor de los
derechos humanos, que hoy está violando con el asesinato de miles de civiles
irakíes.

Así podríamos seguir espulgando las mentiras y medias verdades con las que Bush
y sus halcones pretenden justificar esta nueva masacre contra la humanidad; pero
seguramente nos faltaría espacio. Aquí hay una sola gran verdad: el genocidio
que hoy impunemente perpetra Bush busca afianzar su carácter imperial y
apoderarse de la riqueza petrolera y someter al mundo mediante el uso criminal
de su tecnología bélica.

Sin embargo sí hay otras grandes verdades. Para Bush, los pueblos pobres sólo
somos "cualquier oscuro rincón del mundo a los que hay que estar listos para
atacar en cualquier momento", tal como lo afirmó en un discurso pronunciado ante
un grupo de cadetes en junio del 2002. Como alguien ya lo dijo: "nadie nos
definió mejor ni lo hizo con más desprecio".

Otra gran verdad: si hay alguien que no respeta las resoluciones de la ONU ese
es Bush. Como lo ha señalado Eduardo Galeano "Bush acaba de propinar la más
espectacular patada a la legalidad internacional" que representaba la ONU.
Robin Cook, quien ha abandonado el gabinete de Tony Blair en Inglaterra lo ha
corroborado, en su carta de renuncia: "No puede defender una guerra que carece
de acuerdo internacional y respaldo interior".

José Saramago, Premio Nóbel de Literatura, acaba de emitir un pronunciamiento
contra la guerra. Quiero citar sólo un párrafo: "Hasta ahora la humanidad ha
sido siempre educada para la guerra, nunca para la paz. Constantemente nos
aturden las orejas con la afirmación de que si queremos la paz mañana no
tendremos más remedio que hacer la guerra hoy. No somos tan ingenuos para creer
en una paz eterna y universal, pero si los seres humanos hemos sido capaces de
crear, a lo largo de la historia, bellezas y maravillas que a todos nos
dignifican y engrandecen, entonces es tiempo de meter mano a la más maravillosa
y hermosa de todas las tareas: la incesante construcción de la paz. Pero que
esa paz sea la paz de la dignidad y del respeto humano, no la paz de una
sumisión y de una humillación que demasiadas veces vienen disfrazadas bajo la
mascarilla de una falsa amistad protectora". Esa es la gran tarea, el mundo
merece un destino mejor.

* José A. Coronado Cobeñas. Voz Campesina, CCP