Agricultura campesina sostenible

Declaración de Nueva York sobre Cambio Climático

CLOC-LVC et al
2014-09-10 17:00:00

 

Movilización y organización para detener y prevenir la Fiebre del Planeta. Nueva York, 19 al 23 septiembre.

 

Cuando los seres humanos tenemos fiebre nos preocupamos y tomamos medidas urgentes. Después de todo, sabemos que si nuestra temperatura corporal se eleva 1.5ºC y peor 2ºC [3,6 º F] por encima del promedio normal puede haber graves daños a nuestra salud y si el aumento es de 4-6ºC [7.2-10.8 º F] o más puede causar una situación de coma e incluso muerte.

 

Lo mismo ocurre cuando el planeta Tierra tiene fiebre. Durante los últimos 11.000 años la temperatura promedio de la Tierra ha sido de alrededor 14ºC [57.2ºF]. Ahora esa temperatura promedio está a punto de aumentar en 1ºC y si no tomamos las medidas adecuadas para evitar que esta fiebre se propague, el pronóstico es que nuestro planeta sufrirá un aumento de la temperatura de 2ºC a 6ºC antes de finales de este siglo. Si ese nivel de fiebre se alcanza la vida como la conocemos cambiará dramáticamente en la Tierra.

 

Nuestro único recurso es tomar medidas ahora. No cualquier acción, sino la acción apropiada y oportuna, tal como reaccionamos cuando un ser humano tiene fiebre: le instamos a descansar su cuerpo, le damos una gran cantidad de líquidos, le prescribimos medicamentos adecuados y si la fiebre sigue subiendo lo llevamos inmediatamente al hospital y tratamos de encontrar la verdadera causa de la fiebre, que puede ir desde una simple infección hasta enfermedades mortales como el cáncer.

 

Recetas apropiadas

 

En el caso de la fiebre del planeta, la receta adecuada requiere emprender y aplicar al menos 10 acciones:

 

1. Adoptar compromisos obligatorios inmediatos -no promesas voluntarias- para controlar el incremento de la temperatura planetaria a no más de 1.5ºC [2,7ºF] durante este siglo a través de reducciones de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero que no superen las 38 giga-toneladas en el año 2020.

 

2. Permitir que la Tierra descanse a través de compromisos vinculantes para dejar más del 80% de las reservas conocidas de combustibles fósiles bajo el suelo y debajo del suelo marino.

 

3. Alejarse del extractivismo de recursos prohibiendo nuevas exploraciones y explotaciones de petróleo, arenas bituminosas, petróleo de esquisto, carbón, uranio y gas natural, incluyendo la infraestructura de oleoductos como el Keystone XL.

 

4. Acelerar la aplicación y transición a alternativas de energía renovable como la eólica, solar, geotérmica y mareomotriz bajo propiedad y control público y de la comunidad.

 

5. Promover la producción y consumo locales de bienes durables para satisfacer las necesidades fundamentales de las personas y evitar el transporte innecesario de mercancías que se pueden producir localmente.

 

6. Estimular la transición de la agricultura industrial orientada a la exportación para el supermercado global a la producción basada en la comunidad para satisfacer las necesidades alimentarias locales como lo formula la soberanía alimentaria.

 

7. Adoptar y aplicar estrategias de Cero Deshecho para el reciclado y la eliminación de basura, y readaptar los edificios para conservar la energía para la calefacción y la refrigeración.

 

8. Mejorar y ampliar el transporte público para el traslado de personas y carga en los centros urbanos y entre ciudades a través de vías férreas eficientes.

 

9. Desarrollar nuevos sectores de la economía para crear nuevas fuentes de trabajo para restaurar el equilibrio del sistema de la Tierra, tales como empleos climáticos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y empleos para la restauración de la naturaleza.

 

10. Desmantelar la industria para la guerra y la infraestructura militar con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la guerra, y destinar dichos recursos para promover una paz verdadera.

 

Recetas equivocadas

 

Al mismo tiempo, también tenemos que ser conscientes de que no todas las acciones son apropiadas y que algunas iniciativas pueden empeorar la situación. El peligro mas grave que tenemos es el hecho de que las grandes corporaciones están secuestrando la agenda climática para hacer nuevos negocios diseñados para hacer más ganancias con la crisis. Tenemos que responder a este asalto de las transnacionales enviando un mensaje claro y fuerte: ¡Dejen de explotar la tragedia del cambio climático!

 

Más específicamente, tenemos que rechazar la idea de "pintar de verde el capital" a través de las siguientes políticas, estrategias y medidas:

 

• La financiarización, mercantilización, y privatización de los procesos de la naturaleza a través de una agenda falsa de "economía verde" que pone un precio a la naturaleza y crea nuevos mercados especulativos que sólo incrementaran la desigualdad entre los seres humanos y acelerarán la destrucción de la naturaleza.

 

• Esto significa decir NO a REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques), a la "Agricultura Climáticamente Inteligente", al "Carbono Azul" y a la "Compensación de la Biodiversidad" que están diseñados para crear nuevas fuentes de lucro para las corporaciones.

 

• Rechazar las "soluciones" tecnológicas como la geoingeniería, los organismos genéticamente modificados, los agrocombustibles, la bioenergía industrial, la biología sintética, la nanotecnología, el fracking hidráulico, los proyectos nucleares, la generación de energía basada en la incineración de basura y otros.

 

• Oponerse a los mega proyectos de infraestructura innecesaria que no benefician a la población y que son contribuidores netos de gases de efecto invernadero como las mega represas, las autopistas gigantes y desproporcionadas, los estadios de copas del mundo, etc.

 

• Detener los tratados de libre comercio e inversión que promueven el comercio para la ganancia socavando fuentes de trabajo domesticas, destruyendo la naturaleza y reduciendo sustancialmente la capacidad de las naciones de definir sus propias prioridades a nivel económico, social y ambiental.

 

Cura preventiva

 

Por último, más allá de identificar las recetas correctas e incorrectas es fundamental identificar la enfermedad que provoca e impulsa constantemente esta fiebre planetaria. Si no tomamos este paso, la fiebre va a seguir viniendo una y otra vez de una manera mucho más agresiva. Tenemos que hacer una evaluación de las causas estructurales de la enfermedad para poder capear el temporal.

 

Los científicos han señalado claramente que el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero empezó hace 250 años con la revolución industrial y se aceleró durante el siglo pasado. A partir de este análisis, está claro que el modelo industrial extractivista y productivista para el beneficio de unos pocos es la causa principal del problema. Tenemos que reemplazar al capitalismo con un nuevo sistema que busque la armonía entre los seres humanos y con la naturaleza y no un modelo de crecimiento sin fin -como el que promueve el sistema capitalista- para hacer cada vez más y más ganancias. Necesitamos un sistema que vincule el cambio climático y los derechos humanos, garantizando la protección de las comunidades más vulnerables como los migrantes y respetando los derechos de los pueblos indígenas.

 

La Madre Tierra y sus recursos naturales no pueden sostener las necesidades de sobreconsumo y sobreproducción de esta sociedad industrializada moderna globalizada. Es necesario un nuevo sistema que responda a las necesidades de la mayoría y no de unos pocos. Para avanzar en esta dirección, es necesaria una redistribución de la riqueza que ahora está controlada por el 1% de la población mundial. Esto requiere una nueva definición de bienestar y prosperidad para la vida en el planeta bajo los límites de la naturaleza y reconociendo los derechos de la Madre Tierra.

 

En resumen, en septiembre tenemos que organizarnos y movilizarnos, en Nueva York y el mundo, para impulsar un proceso de transformación de las causas estructurales que provocan la crisis climática.

 

08 Septiembre 2014

 

Firmas iniciales:

 

Alternatives International

 

ATTAC - France

 

Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo – La Vía Campesina (CLOC-LVC)

 

CorporateEuropeObservatory

 

Ecologistas en Acción

 

ETC Group

 

Fairwatch - Italy

 

Focusonthe Global South

 

Fundación Solón - Bolivia

 

Global CampaigntoDismantleCorporate Power and endTNCs' impunity

 

Global ForestCoalition

 

Grassroots Global Justice Alliance

 

Health of MotherEarthFoundation (HOMEF) - Nigeria

 

IndigenousEnvironmental Network

 

La Via Campesina

 

MigrantsRights International

 

No-REDD Africa Network

 

OilWatch International

 

PolarisInstitute - Canada

 

SENTRO - Philippines

 

Thai ClimateJusticeWorkingGroup (TCJ)

 

Transnational Institute